ESPACIO VISITABLE

La Casa de les Punxes abre sus puertas al público

La primera planta acoge un audiovisual sobre la leyenda de Sant Jordi y la terraza, sobre Puig i Cadafalch y el modernismo

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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La Casa de les Punxes, el popular edificio de Josep Puig i Cadafalch en Diagonal con Bruc abrirá este viernes sus puertas a los visitantes que hasta ahora se habían de contentar solo con fotografiar la fachada y los portales de 1905. La finca, propiedad de un grupo inmobiliario y compuesta en verdad de tres escaleras separadas, era de los pocos enclaves modernistas de la ciudad que todavía no recibían visitas. La parte abierta al público es el piso principal de uno de los edificios y la terraza de todos ellos, con las características torres cónicas, como ya adelantó este diario.

Todo ello ha requerido de una reforma completa de la terraza y las torres más la instalación de un ascensor nuevo para completar el circuito, que en algunos tramos se completa con empinadas escaleras de caracol. “Se han recuperado también los colores originales del edificio y partes del pavimento”, explica Jaume Falguera, el arquitecto encargado de la instalación.

La espectacular arquitectura, inspirada en el castillo alemán de Neuschwanstein en Baviera (inspiración también del castillo de la madrastra de Blancanieves de Disney), sirve también para introducir a todos los públicos en la leyenda de Sant Jordi y el dragón, con un dragón hecho por ordenador que recuerda a los de Juego de tronos y un castillo que es la Casa Terradas. En la planta noble del edificio, antigua residencia de las tres hijas de la familia Terradas, se explica a través de pequeños videos el papel del rey, el dragón, la doncella y el caballero que llegó a salvar a un pueblo de su amenaza. Todo en salas con los característicos techos con molduras florales y ventanales forjados que se oscurecen para que el visitante se sienta parte de la trama.

VIVIENDAS Y DESPACHOS

En la terraza, las seis torres acogen cinco microexposiciones sobre el arquitecto (epítome del modernismo, historiador del románico catalán y político catalanista), la familia, los artesanos, la iconografía y el contexto histórico, más una zona de descanso con los baños. En la audioguía, que está disponible en 10 idiomas, suena música de Wagner y otros referentes de la época para ambientar al visitante en el espíritu de la Renaixença que alumbró también el Palau de la Música y el Quadrat d’Or.

El resto del edificio proyectado por Bartomeu Terradas, segundo presidente del FC Barcelona, consta de dos pisos por planta y todavía mantiene oficinas, despachos profesionales y viviendas en el resto de las plantas, así como los comercios y el banco que ocupan los locales a pie de calle. Incluso está allí la sede del Consell de la Diplomàcia de Catalunya (Diplocat), Las novedades ahí son una tienda de recuerdos y taquilla para el edificio y un bar-restaurante que este jueves ultimaban su apertura.

Las entradas, que todavía no entran en ningún circuito con otros edificios también privados como la Pedrera o la Casa Batlló, son a partir de 12,5 euros con audioguía o de 20 euros si hay visita comentada. Los niños a partir de cinco años pagan 11,5 euros. Una forma de rentabilizar la operación comercial que hizo el Grupo Inmobiliario Texna, que compró a la Inmobiliaria Colonial el edificio en el 2010 por 25 millones de euros.