La Assemblea Feminista alerta contra agresiones sexuales en las fiestas de Gràcia

Noche de concierto 8 Público en la plaza del Sol, la madrugada de ayer, coreando una actuación.

Noche de concierto 8 Público en la plaza del Sol, la madrugada de ayer, coreando una actuación.

TONI SUST / BARCELONA

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La Assemblea de Dones Feministes de Gràcia ha lanzado una llamada de alarma ante la posibilidad de que en las fiestas de Gràcia se produzcan agresiones sexuales, un fenómeno que ha marcado la celebración de San Fermín de este año. Mediante un comunicado emitido este martes, la asamblea informa de que lleva dos años trabajando para combatir este tipo de agresiones y con el fin de que los espacios festivos del distrito se conviertan durante estos días en "espacios confortables para las mujeres y las distintas identidades sexuales".

La asamblea empieza denunciando que aunque se ha dirigido varias veces a la Fundació Festa Major de Gràcia para ofrecer su colaboración en la prevención y la respuesta a las agresiones sexuales, no ha obtenido respuesta. Y se apoya en los hechos denunciados en Pamplona para reclamar a la fundación medios y actuaciones concretas. El colectivo pide servicios de atención especializados y un teléfono que funcione 24 horas donde se puedan denunciar ataques, así como el acceso a "asesoramiento psicoemocial" por parte de profesionales formados en materia de género e igualdad. Una petición que agrega: "No queremos que policías machistas y autoritarios nos den lecciones de vida". El grupo reclama también una denuncia pública de cualquier agresión y la suspensión de la programación festiva si llega a suceder. 

FIESTAS "GENTRIFICADAS"

La asamblea critica el tono que a su entender están tomando las fiestas de Gràcia, "un modelo en sintonía con el proceso de gentrificación (expulsión de los residentes habituales de la zona por otros más pudientes) que día a día nos transforma en el barrio 'hipster' y guay de la Marca Barcelona". Fiestas, prosigue el texto, "masificadas, militarizadas, caras". Al hilo de lo sucedido en Pamplona por San Fermín, la asamblea considera una evidencia que "en los grandes espacios de fiesta, el terreno está abonado para que aflore la expresión más violenta y explícita del patriarcado".

El Ayuntamiento de Barcelona ha rescatado estos días parte de una campaña que difundió en marzo pasado contra la violencia machista. Entonces, popularizó el hashtag #BCNantimasclista. Ahora, en el marco de la campaña 'Compartim Barcelona', el consistorio lanza recomendaciones para la convivencia entre las que destaca el rechazo a las agresiones a mujeres en el contexto del ocio nocturno. Así, el ayuntamiento emite estos días tuits como el que sigue:

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EL EJEMPLO DE TARRAGONA

El Ayuntamiento de Tarragona sí ha activado una campaña monotemática centrada en la prevención de las agresiones sexuales. Bajo el lema 'Respecta’m', la campaña persigue ayudar a reconocer los “abusos sexuales de baja intensidad”, prevenir el acoso y emplazar a las víctimas a denunciarlo. El consistorio enviará este fin de semana a un grupo de agentes de salud del llamado Komando Nits Q, que se encargarán de acercar los contenidos de la campaña a los jóvenes. La primera intervención del comando se producirá el próximo sábado por la noche.

Los agentes de salud repartirán material informativo y pulseras de la campaña a las puertas de locales de ocio. También se utilizarán las redes sociales para difundir estos contenidos y se colgarán carteles con mensajes significativos como este: “Mi manera de vestir no es excusa”, “Solo el sí es sí”, “Estamos estrechos, pero no me toques”.

ARTÍCULO INDESEABLE

La campaña de Tarragona fue replicada por el periodista Josep Ramon Correal, director del 'Diari de Tarragona' con un artículo que encendió la polémica. Correal comentó la iniciativa municipal sosteniendo lo siguiente: “En el amor, como en el marketing, la venta empieza cuando te dicen no”. Y agregaba: “Si una mujer te dice quizá sí, es que sí; si dice quizá sí, es sí, y si dice que sí, no es una señora”. Tras el aluvión de quejas por su artículo, Correal hubo de disculparse, no sin argumentar que hace 40 años su artículo hubiera hecho gracia.