una vecina DE SANTS-MONTJUÏC... Mamen Duch, actriz

Mamen Duch, actriz: "Mis abuelos veraneaban en la Font de la Guatlla"

La cofundadora y miembro de la compañía T de Teatre ha vivido siempre en La Font de la Guatlla, aupada en la ladera de Montjuïc que da a la Gran Via. Este barrio es su rincón favorito, un lugar entrañable cuyos vecinos claman preservar

Mamen Duch, en la terraza del club municipal de tenis Pompeia, con la ciudad de fondo.

Mamen Duch, en la terraza del club municipal de tenis Pompeia, con la ciudad de fondo.

CARME ESCALES
BARCELONA

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Como muchos otros vecinos del barrio de la Font de la Guatlla, el abuelo paterno de Mamen Duch (Barcelona, 1966) levantó a mano una casita en aquella falda de Montjuïc. Junto a ella, un huerto y un corral para gallinas y otros animales de granja. "Es buenísimo, porque desde la calle de Diputació, en el Eixample, mis abuelos venían a veranear a la Font de la Guatlla", explica la actriz, que ha vivido toda su infancia ahí. Y todavía hoy ese es su hogar. Allí donde llegaban sus abuelos, en carro, para cultivar sus verduras y cuidar sus gallinas.

"Luego mis padres, antes de casarse -ahora hace 61 años-, construyeron en aquel mismo terreno su casa, ya para vivir todo el año. Y mis abuelos les pidieron un piso de la casa para seguir viniendo los fines de semana y todas las fiestas. Para seguir teniendo, ellos, la segunda residencia aquí", relata Duch.

UN BARRIO, UN JARDÍN

El padre de la cofundadora y miembro de la compañía T de Teatre era ebanista. "Él mismo hizo la escalera de la casa que conectaba las diferentes plantas, que hoy son apartamentos para mí y mis hermanos", detalla Duch, que agradece el privilegio de haber crecido en una casa con jardín. "Volvíamos de la escuela para jugar en el jardín, y en las calles, que en nuestro barrio, llevan nombres de flor: Begònia, Gessamí, Dàlia, Hortènsia... Como mi nombre, Carmen, que significa jardín de flores", destaca la vecina.

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Sus padres regentaban una tienda del Poble Espanyol. Trabajaban la madera y despachaban sus creaciones de ebanistería frente a los vidrieros que, como ellos, a las veces que obraban en el taller, mostraban a los visitantes su arte. "Cuando había algún concierto al que nos apetecía ir a mí y a mis hermanos, al cerrar la tienda, nos quedábamos dentro y, cuando empezaba el espectáculo, salíamos y nos mezclábamos con el público", rememora la actriz, autora del libro La Maia i el ioga, donde difunde el beneficio del yoga entre los más pequeños.

ESCUELA DE YOGA

Duch también es maestra de yoga para niños, y en la Font de la Guatlla tiene su propia escuela (www.yoguikids.com). Desde hace unos años, yoga, teatro, y mucha sensibilidad, se dan la mano en sus originales proyectos. Con niños celebró, el pasado 11 de junio, el espectáculo que cerraba una interesante propuesta de elevación de la autoestima para niños y niñas en riesgo de exclusión social, a través de la creatividad."En el teatro Zorrilla de Badalona, los menores sirvieron una simbólica cena a sus padres en una cuidada mesa donde pusieron en juego todos los sentidos, y el silencio. Los postres fueron burbujas de jabón", cuenta. El proyecto, inscrito en el programa Arte para la mejora social de la Obra Social 'la Caixa', lo ha llevado a cabo con la italiana Lisa Marrani (www.teatrodelosentidos.com).

Y con sus socias de T de Teatre sigue subiendo al escenario y en otoño llevará al teatro de La Abadía de Madrid Premios y castigos dirigida por Ciro Zorzoli.

Antes, viajará a Mallorca a impartir formación a profesores, "para ejercitar la memoria a través del juego porque todo entra jugando", puntualiza Duch, a pocos metros de la Font Màgica de Montjuïc. "De niña, un día el señor que encendía las luces, que era amigo de mi padre, me invitó a entrar en la cabina desde donde lo hacía, sobre La Pèrgola. Y yo le decía: más rojo, más verde... que suba el agua, que baje...", rememora la vecina, que solo lamenta una cosa de su barrio: "Como está afectado desde 1974, está dejado de la mano de Dios. De sus fuentes ya ni sale agua". 

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