Colau suaviza la regulación de los clubs cannábicos impulsada por Trias

Los clubs cannábicos acusan a Trias de criminalizar el sector_MEDIA_1

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EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Xavier Trias impulsó en el último suspiro de su mandato una regulación de los clubs cannábicos que de haberse aplicado en su redacción inicial habría supuesto el cierre de 133 de estos locales y la pervivencia de solo 11. El gobierno municipal de Ada Colau ha presentado casi un año después su propuesta de plan especial urbanístico para las asociaciones de consumidores de marihuana. El consistorio no ha ofrecido una estimación del número de locales a los que afectará, pero serán sin duda menos.

La iniciativa convergente establecía una distancia mínima de 150 metros entre clubs cannábicos y suelos calificados como equipamiento, centros docentes de educación obligatoria, bibliotecas y centros deportivos públicos. La nueva propuesta, que se debatirá en la próxima comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad para después votarse en el plenario, fija una distancia de 100 metros tanto entre clubs como entre estos establecimientos y colegios, centros de atención y seguimiento de drogodependencias y equipamientos comunitarios, entre otros espacios no especificados. En Ciutat Vella, Gràcia y núcleos antiguos se eleva la separación a 150 metros en virtud de la mayor densidad de dichas zonas.

PLANTA BAJA

La norma, desarrollada por el área de la concejala Janet Sanz, también marca una superficie máxima de 200 metros cuadrados para los clubs cannábicos y obliga a estos a tener un acceso independiente desde la vía pública (lo que significa que han de ser plantas bajas), un vestíbulo entre la puerta de entrada y la sala principal y una chimenea para las emisiones al exterior.

Todos los locales de fumadores de cannabis que se abran tendrán que cumplir las condiciones establecidas, mientras que a los ya existentes se les dará un periodo de adaptación de 18 meses.

Según el ayuntamiento, el objetivo del plan es "compatibilizar el derecho de asociación de los consumidores de cannabis con el ejercicio de otros derechos fundamentales como son la protección de la salud, la convivencia y el disfrute de un medio ambiente adecuado".