'REJUVENECE TU EDIFICIO'

Más que retoques

El programa del AMB ha servido para aumentar el confort de 1.400 viviendas y, sobre todo, mejorar el día a día de numerosas familias

Como nuevo. Tomeu posa en el vestíbulo de su bloque, con rampa y barandilla.

Como nuevo. Tomeu posa en el vestíbulo de su bloque, con rampa y barandilla.

LUIS BENAVIDES

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La vida de la familia Rius, vecinos de la calle de Joan Maragall, en Sant Feliu de Llobregat, ha cambiado radicalmente con la instalación de una práctica silla elevadora en su edificio en marzo del 2015. La opción del ascensor se descartó por falta de espacio. "Mi suegra apenas salía de casa desde que se rompió el fémur, hace dos años, porque vivimos en un tercer piso. Ahora, con la silla elevadora, baja a la calle cada mañana", explica Marc Rius. La instalación de esta silla salvaescaleras costó unos 25.000 euros, pero con la línea de ayudas del Àrea Metrolitana de Barcelona (AMB) los vecinos han recuperado casi el 50%. "Sabía de estas ayudas por la prensa y por la web del ayuntamiento -continúa Rius-, y los trámites fueron sencillos".

Un cambio muy parecido han experimentado los inquilinos del número 15 de la calle de Carles Altés, en Viladecans, desde la instalación de un ascensor el pasado mes de junio. "La media de edad en este bloque es muy avanzada y con problemas de movilidad. El ascensor era muy necesario", cuenta Susana Rubio, expresidenta de la comunidad de vecinos y encargada de tramitar la subvención. "Ahora salen más a pasear, menos fatigados y pueden subir con el carro cargado", continúa Rubio.

MEJORA INTEGRAL

La mayoría de las obras subvencionadas estuvieron relacionadas con la conservación de los inmuebles, y enmuchos casos también se incorporaron soluciones que mejoran la sostenibilidad y la eficiencia energética de los edificios. El número 14 de la calle de Miquel Peiró i Victori, en L'Hospitalet de Llobregat, es un buen ejemplo.

Gregorio Pérez, arquitecto técnico de la comunidad, recomendó a los inquilinos aprovechar las obras en su maltrecha fachada para mejorar la eficiencia energética del edificio. "Les expliqué que por un poco más, un 30% del coste total, podían tener un buen aislante. Y en 10 años, amortizarán esta inversión, pues ahorrarán un 25% de calefacción cada año", explica Pérez.

Los vecinos, que llevaban años dándole vueltas a la rehabilitación de su edificio, vieron una oportunidad de oro en la subvención del AMB. "La fachada tenía muy mal aspecto y nos estábamos planteando arreglarla desde hacía tiempo, pero aquí viven muchas personas mayores, con recursos económicos limitados. Para ellos también mejoramos el vestíbulo, con un nuevo ascensor y una rampa", cuenta una vecina, Beni Tomeu. "Ahora el edificio está como nuevo. Y además pasamos menos frío en invierno y menos calor en verano", subraya otro inquilino, Rafael Poza, en referencia a la capa transpirable que cubre todo el edificio. La obra costó unos 142.000 euros -unos 90 mil con la subvención-, y fue realizada por una empresa ubicada en el mismo municipio.