Barcelona saca la cartera

El ayuntamiento se ha mostrado dispuesto a aportar recursos a las obras del metro y las del tranvía

trambaix tram tranvia por la diagonal en la foto el final de las lineas en francesc macia

trambaix tram tranvia por la diagonal en la foto el final de las lineas en francesc macia / periodico

Toni Sust

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Ayuntamiento de Barcelona es la administración catalana más saneada, no solo porque tenga superávit, sino porque a la Generalitat no le sobra un euro y lleva años rebuscando en los bolsillos mientras se ha ido viendo obligada a aplazar pagos de forma recurrente. Ante esta situación, en los años en los que CiU dirigía el consistorio se criticó al entonces alcalde, Xavier Trias, por convertirse en el 'banquero' de la Generalitat que encabezaba Artur Mas. Por prestarle dinero.

Resulta paradójico que el actual equipo de gobierno, con Ada Colau a la cabeza, parezca tener incluso una mejor relación con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que Trias con Mas. La primera entrevista de Colau con Mas, en julio, ya sorprendió por la buena sintonía. En la primera que celebró con Puigdemont, la alcaldesa se ofreció a asumir la mitad del coste de llevar el metro a la Zona Franca, que asciende a unos 90 millones de euros. De algún modo, fue ERC quien incentivó el asunto: Alfred Bosch ve la llegada del metro al barrio como algo totalmente prioritario. El PSC se indignó: su jefe de filas en el consistorio, Jaume Collboni, exigió que se acuerde un retorno del dinero por parte de la Generalitat. El popular Alberto Fernández Díaz lo resumió así: “Colau ha sido más sumisa con la Generalitat de lo que fue Trias; la Colau reinvindicativa ahora solo es una alcaldesa sumisa".

En el caso del tranvía, el ayuntamiento se ha mostrado abierto a asumir todo el coste de la conexión por la Diagonal, calculado en unos 175 millones de euros. También en este caso la oposición puso el grito en el cielo: el convergente Joaquim Forn consideró el proyecto como algo "absolutamente desorbitado".

Los 8 millones de euros que en principio pagará el ayuntamiento para hacerse con el solar del actual centro abierto de Trinitat se suman a la lista, y en este caso no hay duda de que no serían devueltos.