Un acueducto bajo la lupa del carbono 14

Los arqueólogos están pendientes de que el laboratorio determine si la infraestructura es más antigua de lo supuesto

Rec Comtal en Montcada i Rexac

Rec Comtal en Montcada i Rexac / periodico

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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El descubrimiento de un yacimiento en las excavaciones emprendidas en dos fincas de la calle Dos de Maig tiene a los arqueólogos del Ayuntamiento de Barcelona en estado de gran expectación, a la espera de los resultados de los análisis de carbono 14, que podrán verificar si el Rec Comtal es anterior a lo pensado hasta ahora, el siglo X, cuando ya existe documentación escrita con referencias a este equipamiento hidráulico que sustituyó al acueducto romano.

La importancia de hallazgo, que incluye 40 metros de acueducto medieval, tramos de escaleras, una casita con la llave de paso, regueros y un puente, es tal que el área de Urbanismo ya trabaja en los planos para que estos restos arqueológicos se exhiban en el futuro parque de la plaza de las Glòries y, a poder ser, se recupere un canal con agua. No se descarta incluso que por este tramo circularan pequeñas embarcaciones.

El Rec se alimentaba de aguas freáticas del Besòs, procedentes de unas minas de Montcada i Reixac. Su extensión por la ciudad alcanzaba los 12 kilómetros, para alimentar a los molinos harineros, regar las tierras de cultivo y alcanzar nuevos espacios productivos con mucha necesidad de agua, como las carnicerías o las lavanderías.

“Esta nueva intervención nos ha permitido documentar dos fases de uso superpuestas. Una corresponde a los restos de una acequia bastante profunda, con una anchura de dos metros. La segunda fase se superpone a la primera, y presenta unas dimensiones bastante más grandes, con casi 5 metros de anchura, y una profundidad de 2 metros. Esta segunda fase parecería funcionar durante el periodo bajomedieval (S. XIV-XV) y moderno (S. XVI-XVIII), hasta ser clausurado a finales del siglo XIX”, explica la arqueóloga Carme Miró, que lidera al equipo de técnicos que trabajan en la recuperación urbana de tramos del antiguo canal.

El arquitecto Marc Aureli Santos, de Barcelona Gestió Urbanística, confirma la trascendencia del descubrimiento de Dos de Maig. “Por ello, los restos arqueológicos estarán protegidos y tendrán un espacio destacado en el parque de las Glòries.”

SORPRESA EN LA CALLE MERIDIONAL

Enric March, el historiador que trabaja en un libro dedicado a la historia del Rec, asegura que en la calle Meridional, un callejón sin salida, se ha descubierto que debajo del aparcamiento pasaba el Rec Comtal. “Con la peculiaridad que este pasaje conserva los árboles originales de la ribera del acueducto”, explica March. Sobre el yacimiento de las Glòries, el escritor asegura que no hay nada igual. “La única excepción es el recinto del Born”, apunta.

Se atribuye al conde Mir (954-966) la reconstrucción del antiguo acueducto para la instalación de molinos harineros, que sabemos que efectivamente se difundieron durante ese siglo en el Occidente europeo), y para un uso secundario agrícola. La primera referencia es del 992 y la expresión Rec Comtal aparece ya en un documento del 1076, en época de Ramón Berenguer I.