Barcelona cierra el 2015 con una ejecución presupuestaria del 98,5%

Pisarello saca pecho y proclama que la gestión de Barcelona en Comú no ha dañado las arcas

Pleno municipal

Pleno municipal / periodico

TONI SUST / BARCELONA

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El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado el ejercicio del 2015 con la ejecución del 98,3% de su presupuesto. Se trata de un año gestionado en su primera mitad por el equipo del alcalde Xavier Trias y en la segunda, por el de su sucesora, Ada Colau. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha sacado pecho este martes sobre la gestión que corresponde a Barcelona en Comú, y ha recordado que se le había acusado de comprometer las arcas municipales, las más saneadas entre las administraciones, por elevar el gasto.

La liquidación presupuestaria se cierra con 100 millones de superávit, cifra mayor a la prevista gracias a dos factores, según el consistorio. Por un lado, al reconocimiento de deuda contable por parte de la Generalitat, que tras las reuniones de Colau con el entonces presidente, Artur Mas, en julio, y con su sucesor, Carles Puigdemont, en febrero, se ha visto incrementado. Mas lo elevó de 35 a 55 millones de euros. Puigdemont, de 55 a 95 millones.

GASTO SOCIAL

El consistorio destacó este martes el hecho de que el superávit se da incluso cuando el nuevo equipo de gobierno decidió destinar 101 millones a políticas sociales. "El gobierno ha sabido asignar de manera más justa los recursos municipales sin poner en peligro la solvencia y el rigor de las cuentas, como auguraban algunos".

El ejercicio del 2015 se cierra con un gasto no financiero de 2.790 millones de euros, cantidad sobre la cual se efectúa la ejecución del 98,3%. Sobre los 101 millones aprobados mediante modificación presupuestaria para gasto social, la ejecución es del 98%. Pisarello, que ha calificado de "señal de cambio de rumbo" que se decidiera invertir esa cantidad en detrimento del superávit previsto lo ha argumentado defendiendo el destino de ese dinero: "La prioridad ha sido rescatar a las familias más necesitadas y dar respuesta a necesidades urgentes. El cierre de las cuentas demuestra que si solo hubiéramos ejecutado el presupuesto previsto por CiU, tendríamos 200 millones de euros en el cajón, pero una ciudad con más desigualdades".