PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO

Barcelona amplía las rutas turísticas por la obra de Puig i Cadafalch

El Palau Baró de Quadras, actual sede del Institut Ramon Llull, entra a formar parte de la red de edificios modernistas abiertos al público

Palau del Baro de Quadras

Palau del Baro de Quadras / JOAN CORTADELLAS

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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De manera espontánea, unos 150 turistas entran cada día en el vestíbulo del Palau Baró de Quadras, un auténtico deleite visual por el pavimento de mosaico romano, la fuente, las lámparas con dragones alados, la majestuosa escalera, las esculturas de inspiración gótica y los ornamentos islámicos, como las coloridas cerámicas con motivos florales. El edificio reformado, entre 1904 y 1906, por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch (1867-1956) entra a partir de este miércoles a formar parte de las rutas turísticas dedicadas a la arquitectura modernista por lo que los visitantes podrán ir más allá del portal de este monumento histórico artístico declarado de Interés Nacional desde 1976.

El palacio, sede del Institut Ramon Llull desde el 2013, cuenta con fachadas en la Diagonal y en la calle Rosselló a medio camino entre la Pedrera y la Casa de les Punxes, otro de los edificios emblemáticos de Puig i Cadafalch, que el próximo año también abrirá sus puertas al público como casa-museo con motivo de la celebración del 150 aniversario del nacimiento del arquitecto. Desde 1970, el Palau Baró de Quadras es propiedad del ayuntamiento que lo reformó para albergar el Museu de la Música que en el 2001 se trasladó al Auditori. Desde esa fecha fue temporalmente la sede de Casa Asia, que hace tres años se desplazó al recinto modernista de Sant Pau.

Los itinerarios, guiados por la empresa Cases Singulars, se programan en tres sesiones las mañanas de los miércoles y otros días, previa reserva si se trata de grupos de más de 10 personas. La entrada cuesta 12 euros y permite el acceso a la planta baja, el piso principal con sus salones nobles y la azotea, desde donde se contempla la Casa de les Punxes con la Sagrada Família al fondo. 

AÑOS FRUCTÍFEROS

El industrial textil Manuel de Quadras Feliu, barón de Quadras, encargó a Puig i Cadafalch un proyecto para reformar una antigua casa de alquiler de poca anchura. Solo 12 metros. "El arquitecto diseñó una reforma basada en el contraste entre las dos fachadas del edificio. Mientras que la de la Diagonal es un ejemplo de reinterpretación de las parededes góticas del norte de Europa, la de Rosselló conserva la apariencia de una típica casa del Eixample", explica Laura Pastor, directiva de Cases Singulars, que también anuncia la salida de una tarjeta con descuentos para visitar la Casa Amatller y la actual sede del instituto e promoción de la cultura catalana. 

Puig y Cadafalch fue, con Antoni Gaudí y Lluís Domènech i Montaner, uno de los autores más importantes del modernismo catalán. Construyó el Palau Baró de Quadras en uno de los momentos más fructíferos de su carrera, justo cuando acabó la Casa Amatller en 1900, el Palau Macaya en 1901, el Palau Serra (actual sede de la Diputació de Barcelona) en 1903, y la Casa de Punxes en 1905.