UNA ENTIDAD DE GRÀCIA

Gats de Gràcia gestiona y controla 36 colonias de gatos callejeros

Los voluntarios de la entidad se encargan de unos 500 pequeños felinos. La asociación organiza talleres y fomenta adopciones responsables

Cuidados 8 Van Amersfoort alimenta a unos gatos de Vallcarca

Cuidados 8 Van Amersfoort alimenta a unos gatos de Vallcarca

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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La entidad sin ánimo de lucro Gats de Gràcia gestiona unas 36 colonias de gatos ferales (no domésticos), ubicadas en solares, parques públicos y patios interiores sin un responsable aparente. En total, se encargan de unos 500 pequeños felinos. «Nuestro objetivo es cuidar y, sobre todo, controlar la población de gatos callejeros de Gràcia», explica la presidenta y cofundadora de la entidad, Yolanda Van Amersfoort.

La esterilización de los gatos que viven en la calle, tanto machos como hembras, es primordial para Gats de Gràcia. «Si no operásemos a los gatos ferales la población de las colonias crecería de una manera exponencial y sería un verdadero problema, tanto para los vecinos como para los propios gatos», añade Van Amersfoort. «Las colonias que gestionamos dejan de provocar molestias a los vecinos, pues los gatos están atendidos, no se pelean entre ellos y no entrar en las casas buscando comida», explica la presidenta de la entidad.

Se buscan voluntarios

«Hace tres años fundamos esta entidad, pero algunos miembros llevamos más de 15 años trabajando en otras entidades dedicadas a la protección y control de las comunidades de gatos ferales», recuerda Van Amersfoort, quien se encarga personalmente de una gran enclave gatuno situado en unos jardines de la avenida de Vallcarca. «Unos 60 voluntarios nos repartimos las diferentes colonias. En mi caso, visito la de Vallcarca porque la tengo más cerca y puedo venir dos veces por semana», explica la presidenta.

Los voluntarios de Gats de Gràcia, una gran familia gatuna, no pagan cuotas, pero pagan de su bolsillo la comida de los gatos. «Buscamos más voluntarios, personas preocupadas por el bienestar de los gatos asilvestrados. Cuantos más seamos -apunta la presidenta-, más económico nos saldrá a todos».

La entidad forma parte del programa de control de colonias felinas del Ayuntamiento de Barcelona, que solo aporta una ayuda económica para la esterilización. Olga Torras, otra de las cofundadoras de Gats de Gràcia, representa a la entidad en el Consell de Sostenibilitat i Medi Ambient. «Hemos conseguido que las nuevas ordenanzas reconozcan las colonias de los gatos y ahora luchamos para que haya herramientas para gestionarlas y sanciones para evitar tantos abandonos», explica Torras.

Adopciones responsables

El trabajo de las entidades como Gats de Gràcia es invisible para la mayoría de los vecinos. «No conviene que la gente sepa donde están las colonias. Evitamos gamberradas y abandonos», dice Torras, quien desmonta el mito de la independencia de los gatos. «No es cierto que un gato abandonado se puede buscar la vida. Los gatos son animales domésticos -subraya la voluntaria-, y los ferales son siempre fruto de un abandono».

Gats de Gràcia organiza talleres para sensibilizar y educar en el respeto a los gatos y fomenta las adopciones responsables a partir de la recuperación de animales abandonados. Así, entregan gatos esterilizados, con un contrato de adopción, un chip identificativo y un manual donde explican cómo deben cuidarlos.