LA TRANSFORMACIÓN DE LA CIUDAD

Talento de barriada

El Poblenou Urban District intenta armar en la zona un polo creativo de referencia en BCN

Morera en la sede de Urban District, ayer.

Morera en la sede de Urban District, ayer.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

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Una fábrica del revés. Mucho más que un logotipo, la imagen del Poblenou Urban District es toda una declaración de intenciones, como deja claro Gloria Morera, productora audiovisual y cofundadora de la iniciativa. «Damos la vuelta a la fábrica para voltear el barrio. Convertir un entorno de tradición fabril en el gran referente creativo de la ciudad», explica. Un distintivo que abandera esta entidad sin ánimo de lucro, creada hace tres años para promover las sinergias entre los agentes creativos del barrio y promocionar sus acciones puertas afuera para que trasciendan mucho más allá de Sant Martí.

Barcelona no es la primera ciudad que transforma el óxido y las vigas de entornos posindustriales en espacios de efervescencia cultural. Morera no oculta que esa senda ya la han emprendido referentes con pedigrí, como el distrito Hackney de Londres o el Wynwood Arts District de Miami. Pero desde el Poblenou marcan territorio. «Somos más heterogéneos, hemos ampliado el espectro al descubrir nuevas necesidades». El censo de 142 asociados corrobora el argumento, con estudios de arquitectura, galerías de arte, 'show-rooms' y salas de conciertos. Pero también hay espacio para locales de restauración, hoteles e inmobiliarias.  Un entramado que atiende a una vocación cultural, pero también económica y social.

«Necesitamos hoteles para que los visitantes de eventos se alojen, pero  también para acoger exposiciones. Y a la inversa: el Institut d'Arquitectura Avançada de Catalunya proyecta la reconstrucción de un restaurante. Interacción entre socios para explotar su potencialidad», añade. Y eventos, como el Open Day y el Open Night, con 80 espacios albergando muestras multidisciplinares, propuestas gastronómicas y musicales y proyecciones, entre otras ofertas.

El reto es notable ante la sensación de que la ciudadanía percibe «una muralla invisible al pasar la plaza de Glòries», explica Claudia Costa, la otra cofundadora. El proyecto trabaja con la idea de superar ese déficit de «visibilidad» con su amplia propuesta creativa, pero Costa demanda más cooperación pública y lo justifica en que el suyo es «un proyecto de ciudad». Y aboga por «mejorar la señalética y la luminosidad» de espacios degradados como Pere IV, para facilitar que esa oferta multidisciplinar acabe de atraer al público de toda la ciudad. Aclara que desde hace un año el consistorio está cooperando con la iniciativa y esperan que el equipo de Colau mantenga el apoyo.

Revitalización

Un nuevo proyecto de impulso al talento y elemento cohesionador de un territorio que sigue deslavazado pese a las esperanzas depositadas en los inicios del 22@.  Costa mantiene la fe en un proyecto tecnológico que «se está reinventando y que puede seguir aportando capital y tecnología» al distrito de San Martí. Otra forma de talento que puede combinar con la oferta, «más lúdica y abierta», del Poblenou Urban District para acabar de «revitalizar el barrio del Poblenou, convertirlo en un referente creativo» para culminar la conexión definitiva a la gran ciudad.