Colau busca aliados para las ordenanzas

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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La urgencia, hoy por hoy, en el Ayuntamiento de Barcelona es la cuestión presupuestaria. Con el 27-S superado, el gobierno de Ada Colau afronta los escasos dos meses y medio hábiles antes de acabar el año con la misma minoría con la que le dejaron las urnas en mayo, sin socios estables. Por eso, ahora le toca tejer los acuerdos imprescindibles para aprobar las ordenanzas fiscales y también la modificación de crédito que permitiría destinar el superávit del 2015 a fines urbanísticos y sociales. Si de paso se pactan los presupuestos para el 2016, sería un bingo.

Pero hay que ir por partes. Para empezar, la mayoría de grupos municipales en la oposición se quejan de que el gobierno local (de Barcelona en Comú) deberían ser más dialogante. A este fin se quiere dedicar en los próximos días el primer teniente de alcalde de Economía, Gerardo Pisarello, que admite que los primeros con los que hablará serán ERC, PSC y la CUP, que totalmente o en parte avalaron la investidura de la alcaldesa.

SIN ACTUALIZAR DESDE EL 2001

A ellos, explicaba el responsable municipal, se les expondrá la voluntad de BC de congelar el impuesto de bienes inmuebles (IBI) para el año que viene, "y no aplicar la subida lineal del 10% prevista por CiU", subrayó. Ya para el 2017, el gobierno de la capital catalana se marca un reto mayor: la revisión del catastro. Con esta medida  (que no se lleva a cabo desde el 2001) se podrían actualizar los importes del IBI, "para distribuirlo de forma más justa y de acuerdo con el valor del piso", resume Pisarello.

En el mismo capítulo de las ordenanzas está la creación de subvenciones o bonificaciones para los colectivos más castigados por la crisis. Esto está en estudio y permitiría que republicanos o socialistas introdujeran alguna de sus propuestas, de cara a hacer valer su apoyo, que necesita obligatoriamente que se apruebe provisionalmente en el pleno del 30 de octubre. En el programa del PSC, por ejemplo, está que los emprendedores que abran un negocio en Barcelona no paguen impuestos durante el primer año. El primer teniente de alcalde admitió que es una buena idea. Pero todo está pendiente de las reuniones que se celebren los próximos días.

MÁS CONSENSO CON EL SUPERÁVIT

En el mismo pleno de final de mes se debe dar luz verde al plan económico y financiero preceptivo para destinar los 96 millones del superávit a mejoras del espacio público y fines sociales. En este asunto hay más consenso, como se vio en la última comisión de Economía, cuando Ciutadans, ERC, PSC y la CUP votaron a favor y CiU y PP se abstuvieron a la espera de tener más datos. Con esta medida casi aprobada y las ordenanzas en vías de negociación, solamente restará el presupuesto para el 2016, que sí necesita de un ejercicio mucho más complejo de negociación. Es más que probable que los socios potenciales (o por lo menos ERC y PSC) no se conformen con un sí ciego y pidan tener más peso, dentro o fuera del gobierno.