INSPECCIÓN POR PONER ELEMENTOS DECORATIVOS EN LA CALLE

Los comercios del Poblenou censuran el veto a la pizarra

El dueño de Nollegiu, Xavier Vidal, con la pizarra que este martes recogía su opinión sobre el caso.

El dueño de Nollegiu, Xavier Vidal, con la pizarra que este martes recogía su opinión sobre el caso.

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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La asociación de comerciantes Eix Comercial del Poblenou expresó este martes su apoyo a la librería Nollegiu y demás comercios de la calle de la Amistat, que es peatonal, después de la inspección y amenaza de sanción que recibieron este lunes por poner elementos en la acera para promocionar sus tiendas, como pizarras, exhibidores y sillas. La entidad, que agrupa a unos 150 pequeños comerciantes y restauradores del barrio, piensa escribir al concejal del distrito, el arquitecto y responsable de Habitatge Josep Maria Montaner, para pedirle que reconsidere la posible multa a los comerciantes y reclamarle apoyos para un colectivo «que lo está pasando mal y necesita medidas imaginativas para atraer la atención de los posibles clientes», según explicó la dinamizadora de la entidad, Mònica Baró.

La representante del Eix Comercial fue una de las muchas personas que este martes fueron personalmente a apoyar al librero de Nollegiu, Xavier Vidal, que no dejaba de recibir también muestras de solidaridad a través de las redes sociales. Mientras, la pizarra -que cada día tiene una frase o un poema distinto para promocionar los libros- y la mesa velador cuestionadas recuperaban su espacio original en la acera.

Entre los que se adherían a su causa había clientes, colegas, amigos y la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL). Algunos se ofrecían hasta a pagar parte de la multa. Twitter y Facebook echaban humo con mensajes de crítica al consistorio. La cuenta del ayuntamiento en Twitter (@bcn_ajuntament), tras las alusiones, publicó que la librería «no había sido multada ni tenía ningún expediente». Fuentes municipales, por contra, aseguraron a este diario que la sanción dependía «de la actitud los comerciantes. Se ha tomado nota. Si vuelve a pasar el inspector y está todo igual se multará».

«No entiendo quién ha podido denunciarlo porque en la finca nunca ha salido el tema en una reunión de vecinos», aseguraba una vecina de la finca Amistat 30-32, en cuyos bajos se ubica la librería, que expone cada día un mensaje, una frase o un poema en el cuestionado panel. Tampoco otra vecina de la calle, de 81 años y que se desplaza con la ayuda de un andador, se explicaba a quién podía molestar este y otros elementos similares en la calle peatonal.

MACETEROS FUERA / Este martes, otros que recibieron la visita del inspector, como la tienda de vinos y bar La Pubilla del taulat, estaban cerrados. La Blu y el quiosco mantenían también sus elementos en la calle. La pizzería Stuzzichini, que se había librado de la visita municipal porque cierra el lunes por la mañana, mantenía un barril en la puerta por puro desconocimiento y su dueño recordaba que ya tuvo que quitar dos grandes maceteros de la puerta tras una llamada de la Guardia Urbana. Otro vecino también se extrañaba. «¿Por qué no miran en la rambla del Poblenou, que con tanta terraza no se puede pasar?», decía.