INCIDENTE ANIMAL JUNTO AL PALAU DE LA MÚSICA

Los Mossos reducen a un perro violento con gas pimienta en Ciutat Vella

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un perro de considerable tamaño mató a un pequeño 'yorkshire' cerca del Palau de la Música el pasado jueves. Una desgracia para la propietaria del menudo can y un disgusto y una futura sanción para la dueña del otro animal, de raza peligrosa, según los Mossos d’Esquadra. Ahí quedaría la cosa si la policía catalana no hubiera intervenido de un modo poco común para reducir al animal: con un gas pimienta que cogió desprevenidos a los vecinos, que padecieron las consecuencias con dolor de garganta y una intensa e incómoda tos que, en algunos casos, se alargó hasta el día siguiente.

Sobre las 16.50 horas, algunos padres aguardaban la salida de sus hijos de la escuela La Salle Comtal, en la calle de Sant Pere Més Alt, en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. Ahí arribó una madre portando un cochecito con un bebé. Debajo, en la pequeña cesta de rejilla que se usa para llevar pañales, agua, galletas o lo que sea, iba acomodada la mascota, de reducido tamaño.

Según el relato de una portera que pudo verlo todo, "el perro grande, que no iba atado, se lanzó sobre el otro y lo agarró del cuello". "Me dijeron que apenas podía andar porque tenía 13 años", detalla esta mujer. La furgoneta de los Mossos no debía estar lejos porque llegó de inmediato a este rincón de Ciutat Vella sito a escasos 50 metros del Palau de la Música.

SIN BOZAL

El perro atacante, que según la policía debería haber llevado bozal porque es una de las razas consideradas peligrosas, no soltaba a su presa. "No podían reducirlo, y ante el peligro que suponía para las personas y el riesgo de que cambiara de objetivo, se decidió usar el gas pimienta", detalla un portavoz de los Mossos.

Un vecino de un inmueble cercano negó que se tratara de una especie peligrosa, pues, según cuenta, sus hijos tienen el mismo y se trata "de un 'bull terrier' y no un 'pit bull terrier'" que sí está en la lista negra. Afeó a la policía que usaran ese tipo de arma y les recordó que con un petardo o un sonido seco y fuerte habría bastado.

Este vecino de Ciutat Vella tardó horas en recuperarse de los efectos del espray, pues unos leves problemas de respiración que padece desde hace algún tiempo le complicaron la noche. Al día siguiente acudió a un CAP. "En ese momento había ahí unas 50 personas y la policía no avisó de que iba a usar el gas pimienta", se queja. La portera confirma que los agentes no advirtieron de los efectos del arma, y que ella misma estuvo tosiendo un largo rato.

Al día siguiente todavía notaba escozor en la garganta. La portavoz policial admite que "algunas personas se vieron afectadas", pero concreta que nadie requirió la atención médica que se ofreció. El vecino afectado considera "insólito" que la policía desplegara "tantos efectivos y durante tanto tiempo para un solo perro cuando a diario en esta calle se producen robos y se ven jóvenes colocándose con pegamento". "La acción de los Mossos fue desmesurada", denuncia. Los alumnos de La Salle Comtal salieron por una puerta trasera. Ninguno de los estudiantes, precisa el centro, resultó afectado.

CORTADA LA CALLE

La calle estuvo cortada durante dos horas, según el relato de los que no abandonaron el lugar. Los Mossos se llevaron el perro agresor y la propietaria, si se confirma que el can iba sin atar y sin seguro y que pertenece a una raza peligrosa, podría tener que hacer frente a una dura sanción. El pequeño Yorkshire murió poco después en el veterinario