SECTOR ECONÓMICO AL ALZA

Cada escala de crucero en Barcelona da un millón de euros

Unos viajeros desembarcan de un crucero en Barcelona, este verano.

Unos viajeros desembarcan de un crucero en Barcelona, este verano.

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Antes de que la alcaldesa Ada Colau pase por el microscopio al sector de los cruceros, le llega a su mesa un pormenorizado informe sobre el papel dinamizador del sector en la capital catalana. Lo encargó el Port de Barcelona el año pasado y ha contado con la colaboración de Turismo de Barcelona, pero lo ha ejecutado y firmado el Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab de la Universitat de Barcelona (UB). Es el primer análisis académico en profundidad realizado sobre los cruceros en un puerto en Europa y contesta -casualmente-a la mayoría de interrogantes que Colau planteaba sobre el sector desde este diario a finales de agosto. Los barcos vacacionales que llegan a la ciudad generan un gasto directo de 442,5 millones de euros en Catalunya, más 353,5 indirectos. Es decir, cada vez que un buque recala, dispara (en promedio) un millón de euros.

El presidente del Port de Barcelona, Sixte Cambra, abrió ayer la presentación del informe enfatizando que se empezó a cocer hace más de un año. De hecho, el periodo que se analiza estadísticamente va de marzo a finales del 2014. Pero el azar ha querido que la tabulación y conclusiones lleguen justo tras el relevo político en el Ayuntamiento de Barcelona, y con Colau poniendo la lupa sobre los sectores económicos vinculados al turismo local. La alcaldesa se reunirá en breve con Cambra y pretende analizar el impacto de la actividad crucerística, desde el económico al laboral y ambiental para determinar si es necesario tomar medidas cara a su limitación.

Clarificar

En este sentido, el puerto tiene en marcha otro informe que estará listo en unas semanas sobre el efecto en la contaminación de la ciudad. El documento de la UB solo menciona al respecto que genera un 1,2% del NOx (óxidos de nitrógeno) en el aire de la metrópoli y menos del 0,2% de partículas sólidas en suspensión.

El propósito de Cambra era poner cifras y valoraciones al sector, que empezó a crecer en el año 2000 y a estabilizarse en el 2011. Desde entonces, la consolidación ha supuesto unos 2,5 millones de cruceristas al año. Pero, como ya detalló EL PERIÓDICO el pasado día 27, su uso y disfrute de la ciudad es diverso en función de que estén unas horas de escala o inicien o acaben ruta.

El director del Laboratorio AQR-Lab de la UB y catedrático de Economía Aplicada Jordi Suriñach, insistió en que el informe parte tanto de trabajo de despacho (sobre datos oficiales), como de campo, con entrevistas a más de 3.000 cruceristas, además de los diversos operadores y servicios relacionados con el sector. La conclusión general es que los cruceros son "un elemento dinamizador claro en el lugar donde se dan", cuenta Suriñach, que además enfatiza su "efecto catalizador de nuevos negocios en la economía local". Entre las externalidades negativas, la congestión de viajeros y los posibles efectos medioambientes. En ese sentido, en el documento se recuerda que como el sector planifica escalas a dos años vista, es posible anticipar los días de afluencia y minimizar el posible impacto.

Dinero

Lo incuestionable hasta el momento es la lluvia de euros. El gasto directo se divide entre los 121 millones anuales que dejan las navieras (entre empresas consignatarias, terminales de cruceros y gestión de 'check in' y equipajes, amarres, suministro de bebidas y alimentos, asistencia médica, agencias y operadores), los 315,8 que se dejan los cruceristas en excursiones por la ciudad, alojamiento, restaurantes, comercio, transporte y cultura, y los 5,5 millones que invierte la tripulación en las horas de libranza que disfruta en la ciudad. Otros 353,5 millones son indirectos. Del montante en Catalunya, donde aporta 413 millones al producto interior bruto (PIB) y 6.759 puestos de trabajo, un 75% se queda en la ciudad, con 313,4 millones de contribución al PIB local.

La radiografía también destaca que el 52% de los 2,36 millones de movimientos en el puerto correspondieron a cruceristas que empezaban o acababan ruta (otros años esta cifra es más alta). Estos representan en realidad a menos de 700.000 viajeros, ya que se contabilizan dos veces (al inicio y final). El resto, 1,1 millones, sí son pasajeros de escala, que pasan poco más de cuatro horas de visita de media. El reto de futuro, destacó el director de Turismo de Barcelona, Jordi William Carnes, es que este pase más tiempo en Barcelona. Es decir, que aumente la proporción de pasajeros que pernoctan en la ciudad y hacen un uso menos intensivo del centro. En este caso, dejan 202 euros de media, frente a los 52 netos que gastan los más efímeros. Y es que más del 90% aseguran que quieren volver a la ciudad y la recomiendan a sus amigos.

Suriñach relató que, a efectos de contabilidad diaria, la llegada de cruceros al puerto comporta una facturación diaria de 2,2 millones de euros para Catalunya, de los que 1,7 son para Barcelona. Cada crucero que recala inyecta un millón al PIB y aporta 200.000 en rentas fiscales, como IVA e IRPF.

Puestos de trabajo

Laboralmente, cada buque permite mantener nueve puestos de trabajo, hasta un total de 6.759 en Catalunya. Los resultados rompen el tópico de que los cruceros solo benefician al sector turístico (con casi 4.000 puestos). El resto son en logística, la fabricación de productos alimentarios, industria metalúrgica y química, servicios de gestión de residuos... Y es que solo la creación de la nueva terminal del Adossat insuflará otros 30 millones de euros.