LA ETERNA DISCUSIÓN SOBRE LAS CUENTAS

Colau cifra en 105 millones la deuda del Govern con BCN

La cárcel Modelo, cuyo solar cedió la Generalitat al gobierno municipal de Trias a cambio de reducir la deuda.

La cárcel Modelo, cuyo solar cedió la Generalitat al gobierno municipal de Trias a cambio de reducir la deuda.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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A 24 días de las elecciones al Parlament, del encuentro de este jueves entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona podían salir poco más que declaraciones de intenciones. Más aún si se tiene en cuenta que las discrepancias acerca de la deuda que el Govern mantiene con la capital catalana se alargan en el tiempo. Pero el gobierno de Ada Colau quería escenificar la reivindicación económica y el Ejecutivo de Artur Mas no podía hacer otra cosa que escuchar y dar su opinión. Pero del encuentro de casi tres horas en el Palau de la Generalitat solo salió un nuevo desencuentro sobre las cifras y una lista de deberes en los ámbitos sociales, sanitarios, educativos, de vivienda o de transporte público.

La alcaldesa, que cruzó la plaza de Sant Jaume acompañada de cinco de sus diez tenientes de alcalde y concejales, además del gerente municipal y otros cargos, aseguró al acabar la reunión con la consellera de Governació, Meritxell Borràs, que una de las principales discrepancias estaba en la «deuda contable» que defienden una y otra Administración. «Barcelona la cifra en 105 millones y la Generalitat solo admite 57 millones», resumió.

AHOGO ECONÓMICO

Sin embargo, en su turno de valoración, Borràs sostuvo que el Govern admite una deuda de 35 millones y que esta es una cuantía similar a la que había en el año 2005 «en época de bonanza económica». La consellera no se explicaba el porqué de esos números distintos. Solo encajó que a lo largo de septiembre, tal como surgió de la primera reunión entre el president Artur Mas y Colau en julio, el Govern sumará a esos 35 millones otros 20 que corresponden a la ley de barrios. Solo de este modo cuadraría aproximadamente algún dato.

Borràs prefirió poner de relieve el «ahogo económico» de la Generalitat y el esfuerzo realizado en los últimos tiempos para resarcir al ayuntamiento, «que se ha encontrado con una buena situación económica, tal como ha admitido», describió refiriéndose a los nuevos inquilinos del consistorio.

TANTEO Y RETRACTO

Entre las propuestas, la alcaldesa reveló que quiere que por cada piso que Barcelona compre gracias al sistema de tanteo y retracto (que permite optar como primer comprador al piso de una entidad bancaria que lo tiene vacío para destinarlo a vivienda social) la Generalitat adquiera otro en la ciudad, algo que ya hace en otros municipios. Sostuvo que faltan equipamientos para la gente mayor e institutos y que el gasto en asistencia primaria es del 16% cuando debería ser del 25%. «Hay una deuda social, se deben recuperar los recortes», zanjó.