REVISIÓN DEL NOMENCLÁTOR DE LA CIUDAD

BCN rebautizará la plaza de Antonio López este año

Imagen de la plaza dedicada a Antonio López y López, con una estatua en su honor, en el distrito de Ciutat Vella.

Imagen de la plaza dedicada a Antonio López y López, con una estatua en su honor, en el distrito de Ciutat Vella.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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El comisionado de Estudios Estratégicos y Programas de Memoria, Xavier Domènech, nuevo responsable político de la Ponencia del Nomenclátor tras la segregación de la concejalía de Cultura, asegura que rebautizar la plaza dedicada actualmente al esclavista Antonio López en Ciutat Vella es una de sus prioridades. «Después del verano abriremos un diálogo con las entidades solicitantes [demanda que recogió ayer EL PERIÓDICO], los vecinos y todos los ciudadanos que lo deseen para que propongan el nuevo nombre. Queremos hacer una actuación propositiva», apunta el historiador.

Domènech explica que uno de sus principales objetivos como responsable de los programas de memoria de la ciudad es, además de acabar de revisar y tratar los restos del periodo franquista que puedan quedar en el espacio público, «examinar y revisar simbologías, esculturas o nomenclátor conflictivos con la defensa de los derechos humanos, como la plaza de Antonio López». Sobre la denominación de este espacio, el comisionado indica que no se trata solo de una cuestión de «referentes éticos» -que también-, sino que «supone una ofensa directa para muchos vecinos», tal y como expresaron varias entidades de inmigrantes ayer en este diario.

UN PLAN ANTES DE DICIEMBRE

«No se trata de poner parches. Todas las actuaciones que se realicen estarán definidas en un plan que se elaborará conjuntamente con todos los agentes implicados y la propia ciudadanía en los próximos meses», prosigue el nuevo comisionado, profesor y autor del libro 'Lucha de clases, dictadura y democracia (1939-1977)'. Además de retirar el monumento -el de Antonio López y los que considere necesarios el plan, que prevé tener listo en diciembre-, Domènech insiste en la importancia de «llenar el vacío que deje la estatua», línea que se quiere abrir también con los vacíos que dejó la retirada de los símbolos franquistas. El ejemplo más simbólico sería seguramente el obelisco del paseo de Gràcia. Se retiró la franquista estatua de la Victoria, pero no se trabajó el vacío que dejó. Ahí el gran reto.

La petición de retirada de la estatua del traficante de seres humanos Antonio López que han formulado entidades de inmigrantes y defensores de los derechos humanos no es nueva, pero el anuncio de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de que eliminará los símbolos franquistas la ha vuelto a poner sobre la mesa. De hecho, en febrero de este año el entonces concejal Jaume Ciurana aceptó en una comisión de Cultura un ruego presentado por ICV-EUiA que instaba a cambiar el nombre de la controvertida plaza «por el de un personaje femenino que se haya distinguido por su lucha por los derechos sociales». La cosa entonces quedó ahí.