PROCESO JUDICIAL POR UNA MUTILACIÓN

Colau pide consecuencias políticas y policiales por el 'caso Quintana'

ICV exige a Puig que dimita por la gestión de la investigación al frente de Interior

Ester Quintana, en abril del año pasado, en el paseo de Gràcia, donde resultó herida por una pelota de goma.

Ester Quintana, en abril del año pasado, en el paseo de Gràcia, donde resultó herida por una pelota de goma.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

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El reconocimiento de que Ester Quintana resultó mutilada en un ojo por un proyectil lanzado por los Mossos d'Esquadra Ester Quintana mutilada ojo proyectil Mossos d'Esquadra aún no ha tenido repercusiones judiciales, pero ya ha generado las primeras reacciones políticas. Una de las más significativas ha sido la de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ayer expresó su voluntad de que se depuren responsabilidades policiales y políticas toda vez que el subinspector imputado en el caso ha admitido lo que Interior ha negado durante dos años y medio: que las heridas de Quintana se debieron a un arma disparada por antidisturbios.

«Ya era hora de que se reconozca y se sepa [lo que sucedió]», expuso la alcaldesa en el transcurso de un acto en homenaje a las víctimas del genocidio de Srebrenica. La líder de BCN en Comú incidió en la necesidad de admitir los errores, el paso previo para acometer la asunción de responsabilidades políticas y policiales.

En sintonía con las demandas de la alcaldesa, el primer secretario de ICVJoan Herrera, expresó su deseo de que las denuncias confirmadas ahora por la abogada del subinspector de los Mossos tengan consecuencias entre los máximos responsables del cuerpo policial. «Si Felip Puig ['conseller' de Interior hasta diciembre del 2012 y actual responsable de Economia i Empresa] tuviera un poco de dignidad, dimitiría inmediatamente», expuso el político ecosocialista. ICV anunció que reclamará al actual 'conseller' de Interior, Jordi Jané, que comparezca ante el Parlament.

INCONGRUENCIA

El 3 de diciembre del 2012, Puig sostuvo ante la Cámara catalana que los Mossos no dispararon proyectiles de goma en la zona donde Quintana resultó mutilada. «Allí no se lanzó ni una pelota de goma. Solo hubo dos salvas de advertencia, sin proyectiles», afirmó el entonces máximo responsable de Interior. Puig achacó la responsabilidad a «individuos y grupos, algunos de ellos encapuchados, los únicos que lanzaron objetos allí». Tres días después, tras la divulgación de un vídeo en el que se ve a un agente disparar una lanzadera en la confluencia del paseo de Gràcia con la ronda de Sant Pere, Interior admitió a preguntas de este diario que los mossos dispararon allí, pero «una hora después de la lesión de Quintana».

En una entrevista con EL PERIÓDICO, el entonces director general de la Policia, Manel Prat, se comprometió a dimitir si se probaba que Quintana fue herida por una pelota de gomaManel Prat. Pese a que el juez señaló en un auto que Quintana perdió el ojo por un proyectil de los Mossos, Prat no dimitió hasta semanas después, fruto de la presión política, pero sin admitir lo que la justicia dio por sentado.

En su declaración ante el juez como testigos, dos antidisturbios desmintieron la versión del entonces 'conseller' Ramon Espadaler, que había dicho que la unidad de estos agentes estuvo presente en la zona donde Quintana resultó mutilada a pesar de que durante ocho meses no informaron de su ubicación. Los mossos también descartaron haber admitido el disparo de salvas allí, como explicó Espadaler. La sucesión de diferentes versiones sobre el caso motivó que la oposición y la abogada de Quintana, Laia Serra, apuntaran a una posible estrategia de Interior para «generar confusión» sobre las pesquisas.