PLAGA DE INSECTOS

Las chinches del plátano copan los árboles de BCN

Una chinche del plátano en el pantalón de un hombre, en el cruce de Diagonal con Girona, ayer.

Una chinche del plátano en el pantalón de un hombre, en el cruce de Diagonal con Girona, ayer.

SERGI DELGADO / BARCELONA

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Una plaga de insectos ha invadido este verano los árboles de la ciudad de Barcelona, concretamente los plátanos, los ejemplares más comunes en la ciudad, que se encuentran especialmente en los distritos de Sant Martí, Eixample, Sant Andreu y Les Corts. Desde principios de este mes, la chinche Belonochilus numenius, se ha instalado y ha proliferado en los plátanos de la ciudad. Es un párasito que no causa picaduras ni alergias a las personas, pero cuya presencia "es muy molesta", según vecinos comerciantes de las zonas más afectadas.

La Belonochilus numenius es una chinche originaria del sur de Canadá, Estados Unidos y México, comúnmente llamada insecto de la semilla del plátano. Fue detectada por primera vez en Europa en el 2008, en la isla francesa de Córcega. Poco después, apareció también en Catalunya y Mallorca, aunque es la primera vez que se produce esta plaga en los plátanos de Barcelona. "Este insecto es una chinche, pero es vegetariana e inofensiva para los humanos", explica Laia Mestre, doctora en ecología terrestre.

FUMIGACIÓN NOCTURNA

Este miércoles comenzaron los tratamientos contra la plaga en los barrios y distritos más afectados: Sant Martí y el Eixample. En estos distritos, además de Sant Andreu y Les Corts se continuará en los próximos días con la fumigación en horario nocturno (de 23 a 7 horas), a un ritmo de 2.000 árboles por noche. Izaskun Martí, responsable del departamento de gestión del arbolado del ayuntamiento, indicó ayer que "en un principio, con este tratamiento de desinsectación en unas semanas debería disminuir bastante la población de esta chinche".

VENTANAS ABIERTAS

Y es que ya son numerosos los vecinos que viven cerca de este tipo de árboles, como en la Diagonal o el barrio de Poblenou, los que han presentado quejas al consistorio alegando que los insectos se cuelan por las ventanas de sus viviendas, abiertas para aliviar el calor sofocante que sufre la ciudad estos días. Martí Fernández, camarero de un restaurante de la plaza Palau, explica que "los clientes no suelen quejarse por ello, aunque siempre que se sientan en la terraza acaban por marcharse dentro del local".

Los insectos adultos de esta especie tienen una forma ovalada, son de color tierra, con líneas rojas marrones y oscuras. Suelen ser más anchos en el centro del abdomen, están coronados por dos largas antenas y tienen una longitud de entre 5,5 y 6,5 milímetros.

Al tratarse de una especie invasora, no tiene aquí enemigos naturales que puedan controlar su desarrollo.