ORDENACIÓN DE UNA INDUSTRIA URBANA

Barcelona bloquea la oferta de camas turísticas para regular el sector

Protesta contra la proliferación de turistas y del sector turístico en la ciudad en el Jardinets de Gràcia.

Protesta contra la proliferación de turistas y del sector turístico en la ciudad en el Jardinets de Gràcia. / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Solo 18 días después de convertirse en alcaldesa de Barcelona y por sorpresa, Ada Colau ha hecho realidad una de las promesas más radicales de su programa electoral: echar el cerrojo temporal a cualquier tipo de nueva licencia de cerrojo licencia alojamiento en la ciudad. El ayuntamiento no dará permisos para nuevos hoteles, ni albergues, ni hostales, ni pisos turísticos... y también quedarán paralizadas las más de 30 licencias que estaban en distintas fases de trámite sin aprobar. La congelación, una medida «preventiva y puntual», tiene una duración oficial de un año prorrogable otro más, aunque Colau dio por hecho que el nuevo plan estratégico que regulará el sector estará listo antes, en el primer trimestre del 2016, ya que por esas fechas concluyen otras moratorias parciales que afectan al sector.

El secretismo, que llevó al repentino anuncio antes de que los partidos de la oposición supieran nada al respecto, estaba justificado por evitar una tromba de peticiones de última hora, dijo, como sucedió en el 2013 con la moratoria de los pisos turísticos. Colau quiso evitar que se conociera la medida antes de ser publicada ayer en el Butlletí Oficial de la Província de Barcelona.

Sin parches

Sabedora de que se mueve en aguas pantanosas en materia de políticas económicas tras sus amenazas en precampaña, la alcaldesa empezó sacando pecho y anunciando con «alegría» que cumple «uno de los compromisos» que adquirió. Pero enseguida asumió que «el turismo es uno de los principales activos de Barcelona y es responsabilidad colectiva cuidarlo y mimarlo». Tras argumentar que el crecimiento de los últimos años no ha ido acompañado del suficiente control y que las voces de alerta ciudadana ya son múltiples, la edila considera que los parches no bastan y hay que actuar a nivel de ciudad.

Aludía al plan de usos de Ciutat Vella, que puso coto al alojamiento en la zona y que luego se amplió durante el mandato de Trias. También a la moratoria de licencias de pisos turísticos, que finaliza el próximo mayo (tras dos años sin alcanzar un consenso para su ordenación final), y a la de plazas hoteleras en Gràcia, que caducará en marzo. Según Colau, para reescribir el nuevo guión de Barcelona primero hay que hacer una foto fija de la actual situación. Estudiar la oferta real de camas, su distribución y tipología.

Su mano derecha al respecto es la concejala de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, que aseguró que la congelación es «un punto de partida» y «una respuesta global, integral y coordinada» con la finalidad de «preservar el atractivo turístico de Barcelona». Los pasos a seguir tras el diagnóstico de la situación serán analizar el impacto económico del sector pero también el impacto social en términos de ocupación de la vía pública, afectación de la movilidad, generación de residuos y demás, precisó. Lo siguiente consistirá en crear contra reloj un marco normativo para ordenar todas las licencias a nivel de ciudad. Una ordenación que debe establecer, según Colau, «dónde ganar plazas, dónde no y cómo redistribuirlas».

Quedará por delante también el reto de lograr un consenso suficiente para poder aprobar la normativa, pues el gobierno local solo cuenta con 11 de los 41 concejales. Y no será fácil porque el equipo de Trias no lo logró ni tan solo en el ámbito de los apartamentos por días. Las reuniones con los grupos políticos, explicaron, son inminentes, pero la voluntad de la alcaldesa es dar mayor protagonismo a los vecinos de Barcelona en el debate. Articular esas voces en tan poco tiempo también será complicado, aunque se recicle el legado final que dejó el anterior gobierno en forma de hoja de ruta sobre el modelo turístico, fruto de la mesa multisectorial que contó con todos los agentes durante unos meses.

Consell Municipal de Turisme

Para dar voz y voto permanente a la ciudadanía, Colau anunció también la creación de un Consell Municipal de Turisme que articule a vecinos y todos los sectores en el debate del turismo. Su creación será abordada en un próximo pleno municipal.

La moratoria deja ahora en el aire proyectos hoteleros de alto impacto, como los de la antigua fábrica Henkel en Gràcia, la torre Agbar, el controvertido cambio de uso del edificio del Deutsche Bank... (ver página 4). El sector da por hecho que muchos de ellos iniciarán acciones legales ante las afectaciones de calendario que les implicará. No obstante, el cuestionado hotel de Núñez y Navarro en la calle del Rec Comtal sigue adelante al contar con licencia, aunque Sanz aseguró que se está revisando el caso.