BCN, más gay que nunca

La bandera multicolor ondea ya hace varios días en Barcelona con discreción, pero se destapará a bombo y platillo el próximo fin de semana, cuando el Pride Barcelona o fiesta del orgullo gay espera congregar a más participantes que nunca. La ciudad está posicionada como destino homosexual de primer orden, gayfriendly y, además vive un momento de auge turístico. Precisamente para sacar partido de estas circunstancias, el año que viene se cambiarán las fechas del gran desfile, evitando coincidir con otras grandes convocatorias internacionales. Por el momento, el gran desfile del domingo crece y alcanzará los 44 grupos y comparsas participantes.

La celebración reivindicativa del orgullo gay se inició el pasado día 18 con una agenda de conferencias, deportes, promoción comercial, teatro, cine y ocio. Su acto más visible ha sido el pregón del pasado fin de semana a cargo de Sergio Satanasa en pleno Gayxample. Pero los más multitudinarios se sucederán en los próximos días, con la avenida de Reina Maria Cristina como escenario principal, donde hay montadas carpas y actividades, desde infantiles hasta carreras de tacones y concurso de drags, mañana (programa en www.pridebarcelona.org).

El desfile discurrirá el sábado por la tarde por el Paral·lel (partiendo de las Tres Xemeneies, 18.00 horas) hasta acabar en el epicentro festivo con la lectura de un manifiesto y una gran fiesta. La marcha sufre ajustes, ya que contará con tres carrozas menos por la crisis y costes que implica esta producción, pero en cambio gana en el conjunto de grupos participantes, un total de 44. «La gente quiere estar pero busca otras fórmulas», argumenta Joan Igual presidente de la Associació Catalana d'Empreses per a Gais i Lesbianes (ACEGAL) y director de Pride Barcelona. Más allá de la parte organizada del desfile, otros muchos grupos espontáneos, más o menos disfrazados, festivos o reinvindicativos se van añadiendo a su cola. Se calcula que la marcha integrará a más de 20.000 personas y que el total de montajes de los 10 días suman unos 240.000 participantes, con unos 80.000 como momento punta tras el desfile.

Fiesta y mensaje

Una eclosión colorida que el año pasado generó algunas críticas por parte de sectores del colectivo que temen que la fiesta hedonista desdibuje la raíz de la conmemoración del orgullo gay, la marcha que se produjo en junio de 1969 en Nueva York tras una redada discriminatoria. Para Igual, que dirige la estructura del evento, el contenido depende de las 34 entidades que confeccionan el programa y apuestan por una u otra línea reinvindicativa. Este año la protesta central es contra el bullying que sufren niños, adolescentes y jóvenes del colectivo de gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales. Se calcula que un tercio de las denuncias por acoso escolar son por homofobia.

Pero en el Pride Barcelona defienden también la parte lúdica como expresión sin tapujos de su sexualidad y su libertad. Un montaje que alinea a un 15% de visitantes foráneos con un impacto de 20 millones de euros y que podría ser mucho mayor si no coincidiera con otras grandes citas en numerosos países. Por eso en Barcelona se ha decidido que las próximas ediciones se harán dos semanas más tarde, detrás de Madrid. De ese modo la afluencia y eco internacional se dispararán.