El jefe de la Guardia Urbana perfila una policía "más próxima y humana"

Un guardia urbano se acerca a unos manteros en Portal de l'Àngel, ayer.

Un guardia urbano se acerca a unos manteros en Portal de l'Àngel, ayer.

MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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El nuevo comisionado de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, tiene perfectamente claro el modelo de lo que debe ser la Guardia Urbana. «Una nueva policía más próxima y humana, preservando el prestigio y la honradez de los que siempre ha hecho gala» el cuerpo. ¿Y cómo lo hará? «Eso es más complejo. No llevo ni una semana en el cargo. Denme tiempo para perfilar cómo hacer una transformación que busca diseñar un modelo policial propio para la ciudad». En declaraciones ayer a este diario, el nuevo responsable político de la policía municipal advierte de que será fiel al programa político con el que Ada Colau se presentó y ganó las elecciones. «Acepté el cargo asumiendo su ideario. Otra cosa es que seré yo quien diseñe cómo hacerlo».

TRANQUILO

Era el martes por la tarde, a pocas horas del arranque de la verbena de Sant Joan, y en contra de lo que pudiera parecer Recasens estaba muy tranquilo y seguro de lo que quiere hacer en su nuevo cargo, tras cinco años apartado de la primera línea de la gestión pública. Desde el pasado fin de semana no han sido pocas las voces que se han levantado advirtiendo de que la Guardia Urbana casi se iba al garete y de que los manteros y los rateros se estaban adueñando de la ciudad.

«Poco a poco. No seamos alarmistas», dice. Recasens reconoce que al llegar se encontró con un problema administrativo que ha reducido considerablemente la presencia de agentes en las calles. El anterior equipo municipal subió al final del mandato el precio de las horas extra a los guardias urbanos, pasando de 12 a 22 euros, brutos. Una vieja reivindicación de los sindicatos y la plantilla que Recasens no cuestiona. Pero Xavier Trias no firmó la aprobación de horas extra y tampoco lo ha hecho aún el equipo de Colau.

«Es un problema presupuestario que espero resolver a principios de la semana próxima», asegura. Y reconoce que la actual estructura de la Guardia Urbana necesita tirar de las horas extra, especialmente los fines de semana, cuando la plantilla se reduce a un 33%.

Pero volviendo el nuevo modelo que perfila, ¿en qué va a cambiar la Guardia Urbana? «Estructuralmente, de arriba a abajo». Y prefiere no responder, de momento, a si la policía de Barcelona debe de tener unidades como la USP (Unitat de Suport Policial) que haga funciones de antidisturbios. Durante la campaña electoral Colau dijo varias veces que  la Guardia Urbana podía prescindir de los antidisturbios porque ya estaban los Mossos d'Esquadra para las cuestiones más complejas de orden público. «Se puede ser una policía completa sin tener antidisturbios», avanza Recasens.

Cosa diferente es la unidad de investigación de la Guardia Urbana, que el equipo de la alcaldesa tampoco veía imprescindible, y sobre el que Recasens ha pedido un tiempo para analizarlo. «Hay cosas que están haciendo que creo que son convenientes. Quiero pensar».

Se trata, en palabras de Recasens, de que la Guardia Urbana baje más del coche patrulla y regrese a las calles y a los barrios para recuperar el espíritu de policía de proximidad que a su juicio se ha ido perdiendo.

¿Y que debe de hacer la Guardia Urbana con los manteros? Recasens asegura que no son un problema policial y que por tanto en Barcelona no tendrán solo una respuesta policial. «Son muchos los actores que juegan en este problema que tiene una clara connotación social y en el que no hay que olvidar que persiste un delito de tráfico de seres humanos. ¿Soluciono el problema persiguiendo a estos hombres las 24 horas del día por los túneles del metro? No. Pues habrá que buscar entre todos otras fórmulas. Y quiero recordar que cuando llegué la semana pasada, ya había manteros.»

Recanses pide paciencia. El lunes inició en Ciutat Vella una ronda por las comisarias y unidades de la Guardia Urbana. Son visitas cortas en las que se presenta y pide tiempo.

LOS MOSSOS

Los responsables de los Mossos en Barcelona se muestran «preocupados». Hay infinidad de servicios conjuntos con la Urbana. ¿Qué pasará ahora? La policía autonómica sabe que todo lo que deje de hacer la Urbana le tocará asumirlo a ella, tampoco sobrada de efectivos. «Hemos pedido una reunión para que nos cuenten qué quieren hacer y si hay que reconsiderar dispositivos de seguridad que tenemos a medias», explica fuentes de los Mossos.