El nuevo jefe de la Guardia Urbana dependerá de Colau

El que fuera director de la Escola de Policia de Catalunya y uno de los padres de la ley que articuló la consolidación de los Mossos d'Esquadra, el doctor en Derecho Penal Amadeu Recasens, aceptará este viernes el reto de gestionar y dirigir la Guardia Urbana en el nuevo gobierno de Ada Colau. La decisión de Recasens no ha sido sencilla. Hace cuatro años que se trasladó a vivir a Oporto, donde imparte clases de seguridad en la universidad, y su día a día no tiene más contratiempos que viajar por medio mundo dando conferencias sobre seguridad, su especialidad. Su labor en Barcelona será examinada con lupa. Y lo sabe.

Recasens recibió la oferta el martes, aprovechando que esta semana ha estado en Barcelona unos días. Pidió unas horas para reflexionar y se comprometió a dar hoy una respuesta. Su nombre hacía días que sonaba sin confirmación para sustituir a Joan Delort al frente de la gerencia de la Guardia Urbana. Pero la responsabilidad de Recasens será mayor que la de su antecesor: tendrá rango de comisionado de la alcaldía, de modo que no estará a las órdenes de ningún concejal, sino directamente a las de la alcaldesa. Desaparecerá la actual concejalía de Seguridad y Movilidad. Esta figura, que Barcelona en Comú repetirá también con otras responsabilidades por la escasa representación que ha logrado en el pleno, ya se ha usado con competencias como la participación o la tercera edad aunque nunca antes en este ámbito.

DELORT VUELVE A INTERIOR

Colau y su equipo, muy concretamente Gerardo Pisarello y Jaume Asens, no han elegido a Recasens al azar. Es un hombre que, como Delort, ha trabajado en gobiernos de casi todas las siglas políticas. En cambio, a diferencia de Delort, que por cierto regresará a su plaza en la Conselleria d'Interior cuando se haga efectivo el traspaso, el nuevo jefe de la Guardia Urbana nunca ha tenido un cargo operativo. Delort sí, fue guardia urbano de calle antes que mando de traje y corbata. Y en estos últimos tiempos supo librar a favor de la Guardia Urbana las puganas habituales con los Mossos en materia de competencias.

Recasens es un teórico de la seguridad y de los derechos civiles. Y ahora tendrá la oportunidad de poner en práctica lo que sabe. Tras vencer en las elecciones del 24-M, Colau se comprometió a dialogar con los mandos y los sindicatos de la policía municipal antes de tomar ninguna decisión sobre su reconversión. Unas palabras que la cúpula policial agradeció, aunque sigue vivo el desconcierto sobre lo que puede pasar a partir de ahora por ejemplo con los agentes de orden público conocidos como antidisturbios, que la líder de Barcelona en Comú no ve con buenos ojos.

CARTAPACIO MUNICIPAL

Mientras tanto, Colau y su equipo siguen configurando el cartapacio municipal alrededor de las cuatro áreas de gestión que llevarán los tenientes de alcalde Gerardo Pisarello (Economía y Trabajo); Laia Ortiz (Derechos, con Bienestar, Educación, y Cultura); Jaume Asens (Democracia y Participación) y Janet Sanz (Urbanismo y Vivienda). Con los socialistas, el intercambio de documentación para conseguir su sí en la votación de investidura se refiere al ámbito social. Pero con unos y otros, a Colau aún le faltaría un voto, que la CUP anunció ayer que le dará (uno de los tres concejales que ha logrado). Los otros dos ediles votarán a favor de «luchas barcelonesas» y evitarán poner el nombre de su cabeza de grupo, María José Lecha, como alcaldable. O sea, se considerarán nulos aunque para la CUP serán «votos simbólicos».

En vísperas de ser desalojada de la alcaldía, CDC insiste en propagar que Colau es una «amenaza para la estabilidad» por la «debilidad» de su gobierno.