Ada Colau se vuelca en lograr el apoyo de ERC y el PSC a su investidura

Algunos de los momentos del pleno de despedida de ayer: a la izquierda, Trias y algunos de sus concejales. A la derecha, dos de los que se van, Ricard Gomà (arriba) y Jordi Portabella.

Algunos de los momentos del pleno de despedida de ayer: a la izquierda, Trias y algunos de sus concejales. A la derecha, dos de los que se van, Ricard Gomà (arriba) y Jordi Portabella.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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La futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colaualcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no hizo ayer comparecencias públicas. Aunque hubo quien la vio por el ayuntamiento, no asistió al último pleno del mandato ni tampoco hizo ruedas de prensa. Sus esfuerzos se concentraron en la ingente tarea de ir conociendo lo que se le avecina y en la preparación del acto del sábado. Por eso, una vez constatado por las tres partes (Barcelona en Comú, ERC y PSC) que no habrá pacto de gobierno, Colau y su equipo exploraron en las reuniones y conversaciones con republicanos y socialistas la posibilidad de que voten al menos a favor de la primera mujer al frente de la capital catalana.

Las más de dos semanas de negociaciones con los grupos municipales de Alfred Bosch y Jaume Collboni han sido fructíferas pero la proximidad con el 27-S habría condicionado la entrada de los republicanos en el gobierno local, además de que BC les reprocha el apoyo a CiU «en las políticas de recortes».

GARANTIZADA POR LEY

Sin ERC, tampoco verían claro sumar solo a los socialistas, a quienes reprochan falta de credibilidad a la hora de impulsar la regeneración democrática. No obstante, la posibilidad de que dentro de tres meses esto cambie, abre la puerta a que ambos partidos se decanten por votar a Colau en el pleno de investidura.

«La investidura de Colau está garantizada por ley», recordó ayer Collboni. Simplemente con que cada partido vote a su propio candidato, la líder de BC saldría elegida. Si, en un gesto de buena voluntad o con la intención de establecer pactos desde fuera del gobierno, los dos partidos de izquierdas (5 ediles ERC y 4 el PSC) apoyaran a Colau, la foto del inicio del mandato tendría el tono conciliador y de consenso que un gobierno en minoría ansía.

CONVERSACIONES EN MARCHA

CONVERSACIONES EN MARCHA  Otro de los actores, la CUP, ha debatido en los últimos días en sus asambleas de barrio el sentido de la votación de investidura una vez descartado, días atrás, pactar con BC. Pero la CUP tampoco tomará una decisión en este sentido hasta saber qué hacen ERC y el PSC.

Fuentes de los tres partidos implicados en las conversaciones que deberían culminar antes del viernes sostuvieron ayer que siguen hablando. Collboni, el único que se refirió públicamente al asunto, reiteró su intención de poner «tiempo, paciencia e ilusión» para contribuir a la gobernabilidad de la ciudad, en el enésimo ofrecimiento a un pacto estable del socialista. No obstante, ese apoyo debería ser validado en el consejo de federación del PSC convocado para el viernes por la tarde. En el caso de ERC, no sería necesario ese trámite aunque por deferencia es posible que se haga.

EL FICHAJE DE MARTÍ

En cuanto al sorprendente (por inesperado) fichaje del expresidente del PSC en el ayuntamiento y ahora portavoz de MES, Jordi MartíJordi Martí, su excompañero de filas Jaume Collboni lo aplaudió, como símbolo de la «mejor tradición socialista». A quien no le gustó tanto fue a su partido de nuevo cuño, Moviment d'Esquerres, que anunció en un comunicado que le relevará de sus funciones al haber aceptado el cargo de gerente ofrecido por Colau sin haber consultado previamente a la formación.

En principio la gerencia del ayuntamiento no se vería afectada por el código ético de BC que limita su sueldo a 2.200 euros brutos al mes. Este tope solo se aplicaría a los 11 concejales de la candidatura (alcaldesa incluida) y a los cargos de confianza que accedan al consistorio de su mano. Los gerentes de distrito que sean funcionarios recibirán lo que ya cobraban. En el caso de que más adelante se incorporara ERC o el PSC al gobierno tampoco se verían afectados.

LÁGRIMAS Y EMOCIÓN

Todo esto ocurría el mismo día que se celebró el último pleno del mandato presidido por Xavier Trias, que hizo un llamamiento a seguir haciendo avanzar la ciudad «cada uno desde su responsabilidad». Se despidieron, muchos entre lágrimas, 26 de los 41 concejales que o bien dejan la política o no fueron reelegidos en las elecciones del 24 de mayo. Algunos, como Joan Puigdollers (CiU), llevaban 28 años.