polémica actuación policial

Imputados dos urbanos que actuaron en Can Vies

El 'casteller' que fue absuelto los acusa de falsedad documental y falso testimonio

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Un juez ha citado a declarar como imputados a los dos guardias urbanos que detuvieron a Sergi Rubia, el casteller que fue absuelto tras permanecer 22 días en prisión por los incidentes de Can Vies, a raíz de la querella que el joven presentó contra ellos por falsedad documental y falso testimonio.

Según informaron fuentes judiciales a Efe, los dos guardias urbanos están citados a declarar el próximo 21 de mayo ante el juez que investiga la querella que presentó Rubia tras ser absuelto en un juicio en el que se enfrentaba a cinco años de cárcel. Los guardias imputados lo acusaron de arrastrar unos contenedores a una pira que estaba ardiendo para obstaculizar el paso de los antidisturbios por las calles de Sants en las manifestaciones contra el desalojo del centro Can Vies en mayo del 2014. La querella acusa ahora de los delitos de falsedad documental y falso testimonio a los dos guardias que detuvieron a Rubia, confeccionaron el atestado que lo incriminaba y declararon en su contra en el juicio.

El juez interrogará a los agentes unas semanas después de tomar declaración al propio Rubia, que ratificó ante el magistrado su versión de que fue detenido sin ninguna justificación, y a Toni L., un vecino de Can Vies cuyo testimonio resultó clave para la absolución y a quien el entorno del acusado pudo localizar para que declarara en el juicio mediante carteles colgados por Sants.

Este volvió a relatar ante el juez que investiga la querella lo que en su día explicó en el juicio: que desde su balcón observó a Rubia y a su amigo orinar en la calle,  bajó a recriminarles su conducta y acabó entablando conversación con ellos sobre los incidentes de Can Vies. A los diez minutos, según su versión, vio venir a un grupo de manifestantes huyendo de una carga de los Mossos d'Esquadra, por lo que se despidió y subió a su casa, desde donde vio que la policía había detenido a Rubia y se lo llevaba esposado. El testigo estimó que entre que se separó del casteller y se asomó al balcón de su casa mediaron «unos 19 segundos», ya que hay 19 escalones para subir a su vivienda.