ELECCIONES MUNICIPALES

Fontana y Maria Salvo cierran la lista de Colau

El historiador y la represaliada por Franco, símbolos para Barcelona en Comú

Salvo, luchadora antifranquista.

Salvo, luchadora antifranquista.

TONI SUST / BARCELONA

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La candidatura de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona llevará de cierre un sello republicano y progresista. La alcaldable presentó este lunes a las dos personas que irán en el último y penúltimo puesto -de tradicional carga simbólica- de la lista de Barcelona en Comú en la capital catalana. Se trata, respectivamente, del historiador Josep Fontana y la luchadora antifranquista Maria Salvo. No solo es que ambos peinen canas, es que son símbolos vivos, sobre todo ella, de la España y la Catalunya que perdieron la guerra.

Fontana (Barcelona, 1931) está especializado en historia económica de Catalunya y España en el siglo XX. Fue alumno de Jaume Vicens Vives y Ferran Soldevila y enseñó en la Universitat de Barcelona (en la que además se licenció y doctoró), la de Valencia, la Autònoma de Barcelona y la Pompeu, en la que fundó el Institut Vicens Vives y de la que es catedrático emérito. Militó en el PSUC de 1957 hasta que lo dejó durante la transición. Se ha mostrado favorable al independentismo.

REPRESALIADA

Salvo (Sabadell, 1920), que no pudo acudir a la presentación, atesora un expediente de lucha antifranquista que empezó cuando se hizo militante de las juventudes del PSUC, en 1936. Tras la guerra, fue brutalmente represaliada y pasó 16 años en la cárcel, en Barcelona, Madrid y Segovia. Eso, después de sufrir palizas en la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, que después le impidieron ser madre. La detuvieron en 1941: su madre se quitó la vida y ella se identificó en el hospital. Quedó libre con 37 años. No volvió a ver a su marido, exiliado en México. Cuando Jordi Pujol no había caído en el ostracismo y le pedían que hablara de las torturas que le inflingió la policía, solía decir que no podía hacerlo por respeto a Salvo, porque ella las había sufrido de una forma que a él no le permitía sentirse una víctima.