«Mi ilusión es que la gente vuelva al cine»

Ventura Pons capitenea la resurrección del cine Texas

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Ventura Pons (Barcelona, 1945), director de películas intimistas que se adentran en las carencias de la afectividad como Amic Amat y Carícies, ha invertido sus ahorros en resucitar el cine Texas, del 80% de cuyas acciones es ahora propietario. La inauguración llega tras un año muy duro para él, tras sufrir el pasado febrero un grave accidente de tráfico mientras conducía una bicicleta por la Diagonal.

-¿Cómo se encuentra?

-Ha sido un milagro. Terminé en la uci con hemorragias intracraneales. Perdí el habla y la coordinación de movimientos. Los médicos pensaban que no salía. Cuando me recuperé me llevaron al Institut Guttmann para que aprendiera a manejarme en silla de ruedas. Y ya ves, siete meses después ando y hasta subo y bajo las escaleras del Texas. Creo que la alegría de reabrir este cine es lo que me ha salvado.

-De niño, ¿había ido al Texas?

-Soy de Gràcia, pero vivía en la plaza de Lesseps, por lo que tenía más cerca el Mundial y el Proyecciones, ambos en la calle de Salmerón (hoy Gran de Gràcia) y la Sala Comedia, que se encontraba al lado de lo que es hoy el Hotel Casa Fuster.

-¿Qué le ha motivado a recuperar un antiguo cine de barrio?

-La ilusión que me hace que la gente vuelva al cine y disfrute. ¿Para qué quiero mis ahorros en el banco? No pretendo ganar dinero con el Texas. Si cubro gastos es suficiente.

-¿Cómo motivará al público?

-Luchando contra la crisis con entradas a 3 euros y a cambio una buena programación en salas digitales totalmente reformadas y butacas comodísimas que guardan espacio entre fila y fila. Aplicamos las tres b: bueno, bonito y barato. Me he encontrado más de una tarde solo en una sala de cine. ¡Es muy triste! La manera de recuperar la confianza del espectador es que salgan satisfechos. Por ello, el Texas no es una barraca; todo lo contrario.

-No son las únicas salas de Barcelona propiedad de un director.

-Sigo los pasos de Carles Balagué, que en 1996 abrió los cines Méliès de Barcelona, y de Quentin Tarantino, que hace cuatro años adquirió el New Beverly de Los Ángeles, que frecuentaba de niño. Y muchos más.

-¿Por qué títulos de reestreno?

-La ventaja de hoy es que al cabo de 15 días ya dispones de películas que se acaban de estrenar. Muchas apenas duran dos semanas. El Texas no competirá con salas convencionales, pero aplicamos otra política de precios después del estreno. Eso se debe extender como una gota de aceite, si no cada día morirán más salas.

-Todas serán películas en versión original subtituladas al catalán.

-Y las películas catalanas subtituladas al inglés. En Gràcia viven muchos extranjeros. El catalán es muy importante en este proyecto. No entiendo cómo aún la oferta del doblaje en castellano está tan por encima. De entrada, a mí el doblaje no me gusta. Solo lo aplicaremos a las sesiones matinales infantiles, pero los subtítulos serán en catalán.