La gestión del turismo

Vecinos del Gòtic, Raval y Casc Antic también salen a la calle

Protesta, ayer por la noche, de vecinos del Barri Gòtic en la plaza del Pi (izquierda) y del Raval en la rambla de este nombre, contra el modelo de turismo masivo que desfigura Barcelona.

Protesta, ayer por la noche, de vecinos del Barri Gòtic en la plaza del Pi (izquierda) y del Raval en la rambla de este nombre, contra el modelo de turismo masivo que desfigura Barcelona.

RAMON COMORERA
BARCELONA

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Otros barrios de Ciutat Vella han empezado a salir a la calle siguiendo la estela de la Barceloneta para rechazar un modelo de turismo masivo e incívico que desfigura la capital y que hace difícil la vida de los vecinos. La manifestación del pasado sábado hasta la plaza de Sant Jaume, que congregó a más de dos millares de personas, fue la primera acción que sumó ciudadanos de más allá del enclave marinero afectados por los mismos problemas de pisos turísticos ilegales, boom hotelero, desarraigo comercial, subida de alquileres o carestía de la vida en general. Ayer por la noche se produjo la segunda convocatoria con tres concentraciones distintas que reunieron en conjunto a más de 300 vecinos procedentes del Barri Gòtic (en la plaza del Pi), del Raval (rambla del Raval) y del Casc Antic (Pou de la Figuera o Forat de la Vergonya).

Estas movilizaciones, impulsadas a finales de agosto bajo el lema Barcelona no está en venta por la Federació d'Associacions de Veïns (FAVB) tras la revuelta de la Barceloneta confluirán este fin de semana en una reunión de representantes. El objetivo es crear un movimiento popular que actúe de contrapeso de los poderosos intereses del sector turístico que, según denuncia la FAVB, presionan al ayuntamiento para crecer sin límites desestructurando los barrios y generando fractura social. A la cita acudirán además de los barrios citados los de Gràcia, Poble Sec, Poblenou y la Dreta y la Esquerra del Eixample, entre otros.

En el Raval y junto al gato de Botero, se exhibieron anoche pancartas contra la proliferación de los pisos turísticos y su irrupción en las escaleras y bloques de viviendas. En la plaza del Pi, un cartel decía que los vecinos son una especie en extinción. En el Pou de la Figuera, la proclama era contra el hotel que se va a levantar en la calle del Rec Comtal.

«Los pisos turísticos son la punta del iceberg. En pocos años un modelo de turismo de usar y tirar hiperpromocionado ha destruido comercio tradicional y privatizado espacio público con la irrupción de las terrazas. Hay que frenar y no poner todo el peso en el sector», dijo ayer Xavi Ferrer, representante del Barri Gòtic en el movimiento.

CONTUNDENCIA / La combativa Barceloneta hace hoy por la noche otra asamblea y una nueva manifestación. «Los vecinos exigen al alcalde Trias hechos y no palabras: inspectores de pisos turísticos fijos en el barrio, multas más contundentes también contra las agencias inmobiliarias y los anuncios en internet, una normativa mucho más ágil y recursos claros para la compra pública de apartamentos ilegales con destino a alquiler social», detalló ayer el presidente de la asociación de vecinos Oriol Casabella. La reunión del martes con la concejala del distrito Mercè Homs decepcionó. «Deben resolver el problema, sino el barrio se indignará aún más», advirtió.