REPERCUSIÓN CIUDADANA DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA

La Síndica municipal investigará el impacto turístico en los barrios

Interior y BCN ultiman el pacto para la comisaría de la Barceloneta

Unos jóvenes tocan música y beben en la Barceloneta.

Unos jóvenes tocan música y beben en la Barceloneta.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Las crecientes protestas por el negativo impacto que tiene en muchos ciudadanos y barrios el turismo masivo que invade Barcelona ha llevado a la Síndica de Greuges municipal, Maria Assumpció Vilà, a abrir una investigación de oficio. Las movilizaciones de la Barceloneta contra el turismo de borrachera y los pisos de extranjeros han sido el detonante para que Vilà reclame al consistorio del alcalde Xavier Trias información sobre el fenómeno y sus efectos, según informó ayer su oficina.

La defensora de los barceloneses frente a la Administración local destaca «el importante potencial y oportunidades» de este sector económico pero advierte que ha aparecido «un destacado malestar». Acto seguido añade que se producen «situaciones que pueden alterar la convivencia entre ciudadanos y viajeros tanto por comportamientos incívicos y contaminación acústica, como por las consecuencias sociales y económicas de algunas prácticas y la forma en que se regulan».

Vilà quiere fiscalizar las medidas que el ayuntamiento toma para lograr «los objetivos previstos en el plan estratégico de turismo que regula la gestión municipal».

EDIFICIO / La creación de la nueva comisaría de la Guardia Urbana en la Barceloneta se puede desbloquear pronto. El Ministerio del Interior cerrará finalmente la cesión al ayuntamiento por 400.000 euros, operación que se negocia desde abril, del edificio de la antigua comisaría de la policía española en el paseo de Joan de Borbó. Fuentes municipales recordaron ayer el proceso tras unas declaraciones al respecto del líder local del PP, Alberto Fernández.