descontento en una calle del DISTRITO con más VELADORES

SOS en Enric Granados por el espacio público

Vecinos de la vía se organizan contra lo que juzgan un exceso de bares y terrazas

Los vecinos Lídia Rubiés y Josep Maria Alcoberro frente a una de las 50 terrazas de Enric Granados, ayer por la tarde.

Los vecinos Lídia Rubiés y Josep Maria Alcoberro frente a una de las 50 terrazas de Enric Granados, ayer por la tarde.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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Un gran comedor al aire libre. En eso ha convertido el Ayuntamiento de Barcelona la calle de Enric Granados -uno de los lugares de moda para desayunar, comer, merendar o cenar al fresco- a ojos de un grupo de vecinos de la vía que han decidido actuar «antes de que la situación sea irreversible». «El detonante fue la rueda de prensa conjunta de hace unos días entre los responsables municipales y el gremio de restauradores. Nos pareció una verdadera tomadura de pelo. Sentimos que se nos reían a la cara», asegura Lídia Rubiés, vecina de la céntrica calle y una de las impulsoras de la campaña SOS Enric Granados.

Aunque el municipio no ha ofrecido cifras concretas sobre el número de terrazas en esta calle -semipeatonal desde el 2002-, un paseo rápido por la misma sirve para comprobar que la principal característica del lugar son los veladores. Este diario contó ayer a mediodía medio centenar, entre los montados y el espacio reservado para estos  (las macetas no engañan). En el último balance municipal sobre el asunto-cuya presentación puso en pie a este grupo de vecinos- se expuso que Barcelona cuenta con 4.768 terrazas -4.501 terrazas con licencia y 268 sin ella-; y que el Eixample es el distrito que presenta con diferencia una mayor concentración, con 1.626, solo 1.523 con licencia.

Rubiés subraya que el problema es doble. Por un lado que el consistorio es «demasiado flexible» a la hora de dar licencias - «hay demasiadas»- y, por el otro, que muchos de los restauradores no se ajustan a la licencia y «nadie hace nada». Rubiés se apoya en las cifras oficiales: de las 4.501 terrazas con licencia en el conjunto de la ciudad, solo el 44% cumplen la normativa local al 100%. El resto acumulan «alguna o algunas infracciones» -nota de prensa del Ayuntamiento de Barcelona dixit-.

Josep Maria Alcoberro, vecino junto al que Rubiés ha iniciado la campaña -recogen quejas en el correo sosenricgranados@hotmail.com- añade que su objetivo va «mucho más allá de las terrazas». Se trata, asegura, del modelo de ciudad. «Cada vez que cierra una ferretería o una lavandería abre un bar. Quieren esta calle para los turistas. Sentimos que no somos bienvenidos, pero no nos vamos a ir», proclama Alcoberro, quien hace un llamamiento al resto de barrios en situaciones similares para unir fuerzas. «Nuestra intención es sumar. Por eso empezamos con un SOS Enric Granados, que queremos convertirlo en un necesario SOS Barcelona», prosigue. Grupos a los que sumarse no les faltan. Están organizados los vecinos de Gràcia con más o menos idénticos objetivos en la campaña Gràcia on vas?; los el Born, en la Comisión de Afectados por el Proyecto Urbanístico del Born, o los del Poble Sec, en la Plataforma contra el Pla Paral·lel por citar algunos de reciente creación.

Moratoria hotelera

La primera medida que quieren tomar es pedir una moratoria que impida abrir nuevos hoteles en la calle. Les preocupa especialmente la finca del número 119 , en venta, que se publicita con un «espectacular edifico modernista ideal para futuro hotel de lujo». Preparan también una batería de denuncias con las incontables irregularidades que tienen anotadas -y fotografiadas- «y lo que decida la asamblea cuando empiece a coger forma», advierten.