Irregularidades en la cita del 2004

El Fòrum repartió 3,5 millones en primas pese al fiasco económico

Mural gigante en el recinto de Fòrum de les Cultures,  en septiembre del 2004.

Mural gigante en el recinto de Fòrum de les Cultures, en septiembre del 2004.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Los gestores del Fòrum de les Cultures repartieron cuantiosos incentivos entre el personal y los directivos para compensar la «alta dedicación y la buena labor» que se estaba realizando, a pesar de lo ruinoso que resultó el acontecimiento, tanto a nivel económico, donde el fiasco supuso un gasto superior a lo previsto en 18 millones de euros, como de asistencia (3,3 millones de visitas, frente a los cinco millones esperados).

La Sindicatura de Comptes revela en su informe fiscalizador, que sale a la luz 10 años después de que el recinto cerrara sus puertas, que entre el 2001 y el 2004 se desembolsaron 3,3 millones de euros en primas al personal. Esta es una de las múltiples irregularidades en las cuentas del Fòrum que señala la Sindicatura, como adjudicaciones a dedo y pago de actos inexistentes.

El primer incentivo que cobró la plantilla del Fòrum se remonta al 2002. El 10 de julio de ese año, la comisión permanente aprobó el pago de una cantidad en base a unos porcentajes variables vinculados a la antigüedad del empleado. Por este concepto, se abonaron 346.458 euros.

Un año y medio después, el 19 de febrero del 2004, el consejo de administración, presidido por el entonces alcalde de Barcelona, Joan Clos,  acordó dar otra retribución para «motivar» a los trabajadores de plantilla. Se propuso que el importe de esta retribución variable fuera un máximo del 25% del salario bruto. El 10% era por fidelidad al proyecto y otro 10% si se conseguían cinco millones de visitas y la cita terminaba sin déficit. El otro 5% se otorgaba a partir de la valoración de los jefes. Pese a que las dos primeras condiciones no se lograron, los gestores abonaron por esto 3.090.338 euros.

El informe de la Sindicatura, además, especifica el pago de indemnizaciones y gratificaciones al personal de alta dirección. En este sentido, el dictamen expone, por ejemplo, que el primer consejero delegado de la sociedad que gestionaba el Fòrum percibió 142.787 cuando cesó en julio del 2001. También detalla que, en marzo del 2004, el presidente del consejo de administración concedió una gratificación extra al que era director general adjunto por «su labor y dedicación profesional». Según  consta en el expediente, su baja no fue voluntaria y, por lo tanto, no le correspondían los 42.000 euros que cobró al dejar la entidad, sino 30.000. Cobró 11.000 euros de más. Un año antes, ese mismo ejecutivo había percibido 17.922 euros en concepto de alojamiento retroactivo desde julio del 2002.

Otro caso: el 24 de noviembre del 2004, el presidente del consejo de administración concedió una gratificación extraordinaria a favor del que era entonces consejero delegado por su contribución a la hora de «conseguir los objetivos del Fòrum». El desembolso fue de 42.455 euros (el 25% de su salario anual bruto). La Sindicatura expone que esta gratificación no estaba prevista en su contrato laboral. En marzo del 2005, quien consiguió una gratificación especial por el mismo motivo de  82.244 euros (el 50% de su retribución brutal anual) fue el director general. El Fòrum no ha facilitado el contrato laboral de este directivo.

Entre las primas al personal y a los directivos, la suma desembolsada superó los 3,5 millones de euros.

La Sindicatura hace hincapié en las dietas que percibían los miembros del consejo de administración. Desde 1999 hasta el 2004 se repartieron 722.656 euros. Este importe corresponde sobre todo a dietas cobradas en calidad de miembros del consejo, aunque también se incluían las retribuciones que podían cobrar las mismas personas por otros conceptos, como la asistencia a las reuniones de la permanente.

DIETAS IRREGULARES / La Sindicatura sostiene que los estatutos del Fòrum no recogían la posibilidad de que los miembros de ningún órgano directivo recibieran una retribución por asistencia a las reuniones. Agrega que tampoco se ha aportado ningún acuerdo de la junta de accionistas de la sociedad gestora que cuantificara los importes que podían recibir los miembros del consejo. Por lo tanto, según el auditor público, la asistencia a las reuniones no deberían  haberse retribuido.

Los síndicos sí que han podido comprobar que los miembros del consejo de administración que no asistían a las reuniones y, eso sí, justificaban su ausencia, podían cobrar la dieta, siempre que delegaran su voto a otro consejero. La ley establece que  para percibir las dietas por asistencia hay que participar en persona en las reuniones.

Los procedimientos de contratación del Fòrum, según el informe, no garantizaban los principios de publicidad y concurrencia. Pero peor es el caso de algunos eventos que se pagaron pese a que nunca se celebraron, como una exposición que salió por 174.000 euros o un concierto cuyos servicios de diseño ascendieron a 155.000 euros.

El presidente del consejo de administración era el entonces alcalde, Joan Clos (foto). Fueron vicepresidentes el actual alcalde, Xavier Trias; el hoy conseller de Cultura, Ferran Mascarell; la ministra Ana Pastor; el que fuera conseller de Cultura Jordi Vilajoana, y el exconseller de Educación Ernest Maragall, entre otros.

Los estudios de fiscalización se centran en el consorcio organizador del Fòrum, participado a partes iguales por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Gobierno central, que aportaron 220,8 millones entre 1999 y el 2007 para financiar el evento, así como sobre la sociedad Fòrum Universal de les Cultures Barcelona 2004, ejecutora del certamen.