ORDENANZA CÍVICA

La síndica de Barcelona apoya que los perros vayan siempre atados

Vilà explica que el 2013 se duplicaron las quejas por daños causados por canes sueltos

Perros con sus dueños en el Turó Park, en Sant Gervasi, el lunes.

Perros con sus dueños en el Turó Park, en Sant Gervasi, el lunes.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha apoyado la propuesta del gobierno municipal de que los perros vayan siempre atados en los espacios públicos de la ciudad, después de que el año pasado se duplicaran las quejas de ciudadanos por daños causados por canes sueltos.

La defensora municipal del ciudadano ha recordado que ya había trasladado en diferentes ocasiones al ayuntamiento esta recomendación tras recibir quejas de ciudadanos por molestias de los animales en los parques y en la vía pública.

El consistorio ha recogido e incorporado en la revisión de la Ordenanza la sugerencia de la defensora, que durante el año pasado vio cómo se duplicaron las quejas por los perros que sus dueños llevan sueltos por parques y calles.

Unificar criterios

Vilà considera que un cambio de Ordenanza "es necesario porque la actual normativa municipal resulta dispersa, contradictoria y difícil de interpretar". La actual ordenanza sobre protección, tenencia y venta de animales de compañía establece que los perros tienen que ir atados, salvo si se quedan al lado de sus dueños o conductores, bajo control visual, y están educados para responder a órdenes visuales.

Por contra la Ordenanza de medio ambiente urbano establece que, en los parques, los perros tienen que ir siempre atados con collar, correa o cadena, excepto en aquellas zonas especialmente indicadas para el ocio de los animales de compañía.

"Parece evidente, pues, que ahora hay una falta de claridad sobre a qué atenerse y dónde", ha señalado la síndica, que reconoce que "es comprensible el deseo del responsable del perro de que éste circule libremente, pero hay que aceptar que el efecto de muchos perros desatados genera riesgos y un problema de convivencia cívica".

Quejas

Entre las quejas recibidas el año pasado por la defensora figuran el de una ciudadana que sufrió lesiones irreparables como consecuencia del ataque a su perro de otro que iba sin atar. En un intento de protegerlo, la mujer explicó que tropezó con un árbol y se cayó a la calzada encima de un vehículo que circulaba por la calle de Aragón.

En este caso, la reclamante agotó la vía judicial sin poder probar que el perro iba desatado, pero la síndica recomendó en abril de 2013 al Ayuntamiento que modificara la Ordenanza para que todos los perros fueran atados en los espacios públicos y se obligue a contratar una póliza de seguro de responsabilidad civil.

También, en 2013, otra ciudadana presentó una reclamación porque consideraba que había habido una actuación municipal insuficiente ante la agresión de un perro que mató al suyo en un parque del barrio de Horta en abril del año pasado. En este caso, Vilà dio la razón a la reclamante y el consistorio sancionó a la propietaria del perro atacante con 600 euros.

Hasta el pasado lunes 10 de marzo, Vilà ha recibido seis quejas sobre perros, tres de las cuales son de ciudadanos que consideran que cobrar hasta 1.500 euros por llevar el perro desatado es desproporcionado.