Los símbolos de la capital catalana

Iconos para Barcelona

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La Font Màgica de Montjuïc, la Pedrera y la basílica de Santa Maria del Mar son los iconos más representativos y carismáticos elegidos en la campaña impulsada este verano por EL PERIÓDICO DE CATALUNYA en la que han participado, primero, los lectores, apoyados después por 10 ilustradores, diseñadores o arquitectos de renombre que han creado un logotipo para las 10 insignias selecionadas dentro de la sección 'Entre todos'. Una vez publicados todos los dibujos con sus argumentaciones en 'El Periódico del Verano', un jurado de expertos ha votado por unanimidad estos tres símbolos de la capital catalana del siglo XXI.

La riqueza patrimonial de Barcelona es una de las claves de su atractivo internacional, un potente imán que atrae a millones de turistas que se escapan para disfrutar de las calles de una ciudad rica en referentes históricos y en símbolos arquitectónicos, urbanos y artísticos.

REPERCUSIÓN // A diferencia de Nueva York con su estatua de la Libertad o de París, con la torre Eiffel, Barcelona no tiene un icono turístico indiscutible. Cada barcelonés tiene el suyo propio. De ahí el interés de esta propuesta, que ha tenido gran repercusión en las redes sociales que también han valorado los otros siete iconos finalistas: la Sagrada Família, el Tibidabo, la estatua de Colón, la torre Agbar, el Eixample, la fuente de Canaletes y la baldosa del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch. Las más comentadas en Facebook y Twitter han sido el Colón de Mariscal, el parque de atracciones del Tibidabo de Miguel Gallardo y la fuente de la Rambla vista por Nazario.

DECISIÓN UNÁNIME / El jurado, compuesto por Miquel Espinet, presidente de Foment de les Arts i del Disseny (FAD); Enric Hernàndez, director de EL PERIÓDICO; Pau Herrera, presidente de la Asociación Española de Directivos (AED); José Angel Abancens, presidente de la Associació Empresarial de Publicitat, y Frank Aleu, artista galardonado en el 2012 con el Premi Nacional de Cultura en categoría Audiovisual, se reunió el pasado martes. El tribunal destacó «la variedad» de los lugares seleccionados que proceden de distintos barrios de Barcelona y «la calidad y libertad creativa» de los dibujos, fotografías y composiciones digitales. Sin predisposición por parte del jurado, los iconos ganadores viajan por tres distritos: Ciutat Vella, el Eixample y Sants-Montjuïc.

La ilustración de la Font Màgica creada por Mariona Omedes, también Premio Nacional de Audiovisual, pero en el 2001, suscitó muchos elogios por «el colorido, el sentido artístico, la manera de transmitir la magia de un espectáculo de luces y agua y el ingenio y la claridad de la propuesta», enumeraron sobre el logotipo de la fuente más visitada de Barcelona, en una zona en pleno auge de asistencia ciudadana.

«El carácter público de la zona hace que la Font Màgica sea de los ciudadanos. Ir a verla es una experiencia mágica», declaró el lector Rafael Cámara, de profesión maquinista, al defender su icono favorito. Lluís Llanas Rigol, de la Associació Comerciants Creu Coberta, firmó un artículo en el que recordaba que «generaciones de barceloneses la han visitado en los últimos 80 años: los padres han llevado a los hijos, y los hijos, a los nietos».

Marta Cerdà, joven diseñadoragráfica, ilustradora y especialista en originales tipografías se inspiró en una de las dos torres de ventilación que se alzan en la terraza para componer su logo de la Pedrera. «Al andar por la Casa Milà siento que estoy en una obra de arte. Recorrerla es una sensación táctil, visual y gustativa», describió Cerdà. El economista Xavier Sanchís, el lector que la propuso, señaló que «desde su terraza se puede apreciar la modernidad, y no solo el modernismo, de la obra de Antoni Gaudí».

La elección de la iglesia de Santa Maria del Mar responde a «un reconocimiento al Born, un barrio en plena transformación que tiene un gran pasado y un gran futuro». Para el autor de la ilustración, el arquitecto Josep Bohigas, la sobriedad de esta basílica la convierte en moderna. «Es, al igual que el Born Centre Cultural, una calle o una plaza cubierta por que los paseantes pueden cruzar de puerta a puerta», define el arquitecto, hijo del respetado urbanista Oriol Bohigas.

Para el lector Juli Miralles, el bombero que la eligió, es la iglesia de los barceloneses, porque «se sufragó básicamente con las limosnas de la gente del barrio».