Mapas y planos de Barcelona 1714

El tricentenario del asedio de Barcelona monopoliza los actos, exposiciones y publicaciones sobre la historia de la capital catalana impulsadas por el Ayuntamiento de Barcelona desde el 11 de septiembre, día en que la participativa cadena humana por tierras catalanas encendió el debate al derecho a la autodeterminación de Catalunya.

En este contexto, ayer por la noche se presentó en el Born Centre Cultural una publicación especialmente significativa por el contenido y la procedencia de unas ilustraciones que muestran una crónica gráfica de la vida en Barcelona durante el asedio de las tropas borbónicas con un epílogo de imágenes de la Ciutadella construida después de 1714.

Barcelona 1714. Els gravats de la guerra de Successió (Efadós) es un libro que se nutre de los mapas e ilustraciones custodiados por archivos europeos, colecciones particulares y sobre todo por el Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona (AHCB), que conserva documentación desde la creación del régimen municipal en el siglo XIII hasta el XIX. «La investigación ha contado con la ayuda de los documentalistas Santi Barjau, Elisa Regueiro y Eloïsa Sendra», destacó Agustí Alcoberro, doctor en Historia, autor del libro, y director del Museu d'Història de Catalunya.

Argumenta que la guerra de sucesión fue la primera contienda «internacional y moderna», porque afectó a todos los estados europeos, a América del Norte y del Sur, a la India y al Lejano Oriente. «Por vez primera, el uso de la propaganda fue masivo. Se publicitaban éxitos, que quedaban impresos en gacetas, en los almanaques que recordaban las gestas de otros años y en los libros de batallas», explicó el historiador.

Dentro de este criterio estratégico, las ilustraciones dedicadas a los combates generaban una gran demanda social. «Europa admiraba la resistencia de Barcelona, y lo que sucedía en nuestra ciudad en 1714 era de manera habitual portada de las gacetas de la época», señaló.

Pero las ilustraciones plantean dudas al autor. «Los historiadores generalmente trabajamos sobre escritos. La fiabilidad es dudosa, porque el objetivo de los grabados no era explicar la verdad, sino transmitir ánimos y generar moral en el bando propio y, a la vez, debilitar al enemigo. Aunque, curiosamente, a diferencia de Catalunya, la España de Felipe V destaca por su ausencia de grabados», comentó.

Además, no todos los grabados nacen de trabajos oculares. «Los hay imaginados y otros que recurren a fuentes primarias, relatos o esbozos», enumeró Alcoberro.

Para Jaume Ciurana, teniente de alcalde de Cultura, Barcelona 1714. Els gravats de la guerra de Successió reúne «la pasión por la historia, por Barcelona y por el país». Xavier Tarraubella, director del AHCB, anunció que el archivo prepara dos exposiciones sobre 1714. «Una versará sobre la balanza del poder y otra sobre la conmemoración de la Diada en Barcelona».