PATRIMONIO FOTOGRÁFICO

El gran legado de America Sanchez

El diseñador negocia que el Arxiu Fotogràfic cuide los 3.000 negativos originales de 'Barcelona gráfica'

America Sanchez 8 El artista, ayer, ante su obra 'Copito de Nieve'.

America Sanchez 8 El artista, ayer, ante su obra 'Copito de Nieve'.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La Galeria Tagomago, que a principios de verano inauguró su nueva sede en la calle de Santa Teresa, dedica desde hoy hasta el 2 de noviembre una retrospectiva a la obra de America Sanchez, diseñador, ilustrador y fotógrafo argentino que vive en Barcelona desde 1965. La exposición repesca, entre otras series, el gran mural que en 1971 dedicó a Copito de Nieve compuesto de 240 postales personalizadas con intervenciones cromáticas, los bodegones del juguete Pipo, niño fumando, que se fabricaba en un taller de Gràcia, y una proyección de las imágenes de su libro Barcelona gráfica, un catálogo editado en el 2001 con fotografías de rótulos de fachadas de comercios y de bares, anuncios, números de portales, iconografías, escudos, placas, azulejos y señales singulares de la ciudad.

«Muchos de estos rótulos hoy han desaparecido», lamenta America Sanchez, que ganó el Premi Ciutat de Barcelona por esta publicación. De ahí el valor documental de los 3.000 negativos originales captados con su antigua cámara Nikon F90X durante dos años en los que andó y desandó calles y plazas de todos los barrios de Barcelona.

El autor mantuvo hace más de un año una reunión con Jordi Serchs, director del Arxiu Fotogràfic de Barcelona, con el objetivo de buscar una solución para preservar los contactos en las condiciones adecuadas. «Fui coleccionista de mí mismo, lo he guardado todo. Esta recopilación de fotos nace de una entrega absoluta, de un trabajo pasional, de autoencargos en los que me he sentido libre. ¿Pero a dónde voy si la ciudad no te absorbe, si no muestra interés por parte de su historia?», se pregunta Sanchez, cuyas obras han sido adquiridas por el Museum of Modern Art de Nueva York, por la Biblioteca Nacional Francesa, el Instituto Valenciano de Arte Moderno, el Museo de Bellas Artes de Houston y  el Museu Nacional d'Art de Catalunya. Serchs señala que el Arxiu Fotogràfic tiene interés en preservar la obra de Sanchez, «pero se deben concretar las contrapartidas».

Creador del rediseño de la identificación de los taxis de Barcelona en 1986, del archicopiado calendario de Vinçon y de la imagen gráfica de la candidatura de los JJOO de Barcelona-92, el artista recibió en primavera la propuesta de Vicenç Boned y Valérie de Marotte, propietarios de Tagomago, de exhibir su obra. «Descubrí en una librería de París Barcelona gráfica. Me entusiasmó. Tuve claro que algún día trabajaría con él», explica Boned.

El galerista asegura que la sala de 300 metros cuadrados queda pequeña para la envergadura de su obra. En total, unas 600 piezas, entre fotomontajes, bodegones, fotos con Polaroid y cuadernos de viajes. «La idea es encontrar una institución pública o privada interesada en preservar las series completas», agrega Boned.