EL DRAMA DE LOS SIMPAPELES EN BARCELONA

El final de Puigcerdà

El mayor asentamiento de inmigrantes del Poblenou será desalojado a partir del 24. Sus habitantes apuran las vías de diálogo

Larga lucha 8 Acción ante el Ayuntamiento de Barcelona el día 9.

Larga lucha 8 Acción ante el Ayuntamiento de Barcelona el día 9.

HELENA LÓPEZ / Barcelona

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A partir del miércoles, 24 de julio, -de hoy en una semana-, puede ser cualquier día. El mismo 24, el 25, el 26... La jueza puso una fecha abierta para la ejecución del desalojo para evitar que la movilización social lograra pararlo, como sucedió ahora hace un año. Es imposible, o al menos realmente difícil, tener suficiente fuerza social siete días y siete noches seguidos la última semana de julio. En ese contexto, parece que ya no queda ninguna duda de que los días están contados para la nave de Puigcerdà, el mayor asentamiento de inmigrantes sin recursos de Barcelona por el que cada día pasan cientos de personas que sobreviven gracias a la compraventa de chatarra y donde viven unas 150, según los últimos recuentos. Las energías de la Xarxa contra els Desnonaments del Poblenou están ahora puestas en conseguir la salida más digna para estas personas, y su tenaz trabajo ha ido dando sus frutos.

«Hemos dado un paso hacia adelante», apuntaba con relativo optimismo, más que en anteriores ocasiones, Manel Andreu, uno de los portavoces de la red de apoyo a los habitantes de los asentamientos ayer por la tarde, después de la reunión mantenida con el subdelegado del Gobierno en Barcelona, Emilio Ablanedo, quien les explicó que agilizarían los trámites para las personas que tuvieran posibilidad de regularizar su situación«siempre dentro de la ley».Es decir, no se darán permisos de trabajo especiales ni se tratará al colectivo de forma conjunta como pedía la asamblea, pero sí se pondrán«todos los esfuerzos» en que nadie quede fuera por temas burocráticos.«Hemos creado un equipo específico para estudiar desde hoy mismo todos los casos uno a uno, pero se regularizará la situación solo de aquellos que cumplan los requisitos que marca la ley», señaló Ablanedo en declaraciones a la prensa tras la citada reunión.

Andreu salió también con relativo buen sabor de boca de la reunión mantenida el lunes con Miquel Esteve, responsable del plan de asentamientos del Ayuntamiento de Barcelona. Lo mismo le sucedió la semana pasada a Ibrahima, uno de los portavoces de los habitantes de la nave, en su mayoría hombres africanos, al salir de la reunión con el alcalde, que les prometió que nadie se quedaría sin techo y que para acogerse al plan de reinserción, el municipio no miraría si los afectados tenían o no papeles.

El ayuntamiento ha puesto a disposición de los habitantes de la nave cinco pisos de realojamiento temporal con 30 plazas, y otras plazas para el resto en centros de primera acogida, pensiones y demás recursos residenciales con carácter social.

En la nave, cada uno actúa como puede. Hay quien se ha acogido al plan municipal y ya vive en lugares alternativos. Los hay que aguardan en la nave a la espera. Otros rastrean fábricas vacías para el mañana.