Balance municipal del 2012

La recogida de basura orgánica sigue sin cuajar en Barcelona

Un camarero tira restos orgánicos en un contenedor marrón, ayer.

Un camarero tira restos orgánicos en un contenedor marrón, ayer.

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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la llamada del contenedor marrón no ha cuajado entre gran parte de los barceloneses, sea por falta de espacio doméstico para filtrar correctamente tantos tipos de basura o por descuido. La realidad es que, pese a que las cifras siguen la media general del resto del territorio catalán, el porcentaje de residuos orgánicos que se separan se mantiene enquistado en el 45%, exactamente el mismo que en el 2011. Y lo que es peor, entre estos aumentan hasta un 20,6% los llamados «impropios» o basuras tiradas incorrectamente que entorpecen considerablemente los procesos de gestión de los residuos. En volumen total, este tipo de basura también ha caído un 8,15%, algo que el ayuntamiento atribuye en parte a la crisis y que se enmarca en un descenso -por quinto año consecutivo- del 6,5% en la basura recogida en la ciudad. Cada ciudadano genera unos 1,27 kilos por día.

Las cantidades bajan también en las fracciones de vidrio (un 1%), de papel y cartón (un 13,6%) y de envases (un 4%), mientras que crecen ligeramente los usos de los puntos verdes, hasta sumar más de 683.000 visitas. La capital catalana cuenta ya con 23 de estas instalaciones, tras la reciente apertura de una en el parque de la Barceloneta, al margen de 96 paradas de punto verde móviles.

¿Qué sucede pues con el civismo local en materia de basura orgánica? El concejal de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Joan Puigdollers, asumió ayer que «es normal que cueste avanzar», como ya sucedió en su día con las otras fracciones para reciclar. Señala que el ayuntamiento no está «descontento». Pero lo cierto es que en el 2011 ya se llegó a ese 45% que quedaba alejado del 55%, objetivo marcado por la Generalitat, y desde entonces la cosa no ha mejorado, con las actuales 122.508 toneladas. Es más, aquel año se cerró con un 18,3% de impropios, que en el 2012 llegó al 20,6%.

Los responsables del área creen que quien se molesta en reciclar en su domicilio (separando para el contenedor marrón básicamente los alimentos) suele hacerlo bien. La mayoría del desbarajuste que los operarios se encuentran después obedecen a despistados o incívicos que lanzan la bolsa común (sin reciclar) al primer contenedor que ven. En paralelo, son muchos los ciudadanos que no han dado el paso de seleccionar estos desechos orgánicos por falta de costumbre, tiempo o espacio. Por eso, más de la mitad van a parar al contenedor gris.

LECCIONES / La mala eliminación de la orgánica se produce especialmente en 13 barrios, donde los errores rebasan el 20%, por lo que el ayuntamiento está desplegando desde enero una campaña con 24 informadores puerta a puerta en domicilios y tiendas de la Barceloneta, Poble Sec, Vallvidrera-Tibidabo-Les Planes, Sarrià, Putget-el Farró, Sant Genís dels Agudells, Canyelles, Trinitat Nova, Trinitat Vella, Torre Baró, Vallbona, Navas y Provençals del Poblenou.

En el cómputo global, Barcelona sumó 753.695 toneladas de basura en el 2012, muy lejos de las casi 900.000 de hace cinco años, cuando empezó la crisis, y de las más de 806.000 del 2011. El porcentaje de selectiva también se ha reducido hasta representar un 37,1% del total.