El Hivernacle del parque de la Ciutadella lleva seis años de abandono

El edificio, que tiene los cristales rotos y sucios, es una de las joyas de Exposición Universal que se celebró en Barcelona en 1888

Un indigente duerme en el Hivernacle del parque de la Ciutadella, el domingo pasado.

Un indigente duerme en el Hivernacle del parque de la Ciutadella, el domingo pasado. / Joan S. Puig Pasqual

Por CATALINA GAYÀ

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La turista se pone de puntillas y se asoma al interior delHivernaclede laCiutadella. Es un domingo soleado y el parque está lleno de parejas, de niños que aprenden a pedalear y de hombres que buscan bancos y recovecos en los que desaparecer.

El parque está en una calma chica, solo rota por el bullicio de un equipo de rodaje que trabaja cerca del zoo. Como puede, la turista alemana toma unas fotos de uno de los tres pabellones. A través de unos cristales sucios y rotos, se ve esa selva que narraron los cronistas de Indias, cuando el plátano cortado era una fruta exótica en la que aparecía un Jesús crucificado. A la turista parece no interesarle la crónica verde de allende los mares.

Fotografía los cristales rotos, la pintura ya desgastada, el vacío de un edificio que fue espléndido y que ahora está inexplicablemente abandonado como si fuera un trasto viejo en esta ciudad de diseño.

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