Bohigas y Mòdol disertan sobre "los monstruos" de la Barcelona postolímpica

CRISTINA SAVALL / Barcelona

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Tras 20 años de los grandes cambios urbanísticospromovidos por losJuegos Olímpicos de Barcelona 92, como la aplaudida metamorfosis del frente marítimo con su apertura al mar, la capital catalana opta por un nuevo modelo de metrópolis más americano en un momento de gran auge turístico. En el siglo XXI, el futuro dela plaza de las Glòriestodavía está por resolver, mientras el 'skyline' ha cambiado con latorre Agbar, y las dos operaciones estratégicas que prolongan el litoral. Una privada,Diagonal Mar, que rompe totalmente con la imagen de plazas y calles para pasear, y la otra, elFòrum inicialmente pública pero desarrollada y gestionada mediante iniciativas privadas. Estos cambios, más los nuevos ejes comerciales comoLas Arenas, y la nueva estrategia política suscitan encendidos debates entre los expertos en urbanismo.

Uno de las remodelaciones más controvertidas es el centro comercial Las Arenas,ubicado en la Gran Via desde marzo del 2011. Consta de 106.000 metros cuadrados construidos en el interior de lo que fue una plaza de toros que dejó de tener uso en 1990. El complejo tiene cinco plantas y un aparcamiento subterráneo de cuatro niveles con 1.750 plazas , que acogen unos 115 negocios entre los que se encuentran tiendas, restaurantes, cafeterías, un supermercado, una terraza con espléndidas vistas y un gimnasio con una pista circular para correr. El Museo de Rock, uno de sus espacios más representativos, ya ha cerrado. La compleja reconstrucción es un trabajo del estudio del arquitecto Richard Rogers, responsable de la T-4 del aeropuerto de Barajas, que optó por conservar y rehabilitar la fachada neomudéjar, a la vez que hacerla permeable al tránsito peatonal, creando una entrada abierta y accesible al nuevo edificio a nivel de calle. Bohigas y Mòdol aseguran que este centro lúdico arrastra un "error" de planteamiento. Para Bohigas, Las Arenas es uno de los "pequeños monstruos" de la Barcelona postolímpica.

¿¿Qué edificios les desagradan? Oriol Bohigas

¿Últimamente han surgido pequeños monstruos como el centro comercial de Las Arenas, que se alejan de la continuidad urbana. Su nuevo destino no tiene nada que ver con su vida pasada. Las dos cosas que menos se parecen en el mundo son una plaza de toros y un centro comercial. La plaza taurina es un espacio con un vacío en el centro, y el complejo comercial es todo lo contrario. Su autor, Richard Rogers, es un mal arquitecto. Otro desastre es el Hotel Hesperia, ese que tiene un planeta en el último piso, también obra de Rogers.

Daniel Mòdol¿No me atrevo a juzgar a los grandes arquitectos. Hay edificios que tienen valor por ellos mismo, pero Las Arenas sufre un error de planteamiento. ¿Qué sentido tiene llevar un centro comercial a una plaza de toros? Es de difícil encaje, su único atractivo es la terraza, lo único que tiene una dimension apropiada y un programa a su medida.

¿¿Qué opinan de la Torre Agbar?

O. B. ¿Soy partidario, pero reconozco que es una dislocación formal muy fuerte. Como edificio es bastante soportable, aunque que sea una de estas construcciones vedettes que están aflorando en Europa.

D. M. ¿ Más allá de la arquitectura espectáculo no sé verle ninguna otra cualidad, a pesar de que a nivel técnico tiene su interés. Yo reivindico el porche y las marquesinas. Los espacios de relación entre la arquitectura y la ciudad, aquello de lo que hablaba Manuel Solà-Morales: los edificios que construyen ciudad. Ese no es el caso de la torre Agbar.

¿¿A qué edificio o lugar de Barcelona llevan a un amigo extranjero?

O. B.¿Antes solía subir al Tibidabo. Allí se aprecia lo positivo y lo negativo de los cambios urbanísticos. La uniformidad de la ciudad con pocos espacios verdes, pero algunos significativos. Al norte los recientes rascacielos, a la derecha la prolongación de las costas hacia el Besòs y esa riqueza de tener montaña y mar. Lo mejor de Barcelona es su situación geográfica. El diablo o el dios que la escogió fue muy inteligente. Es el lugar ideal por su declive suave hacia el mar y por esa montaña que la protege del viento del norte.

D. M. ¿Me gustan detalles o soluciones concretas, partes de edificios. Siento especial interés por la arquitectura de los 50 y de los 60, apostaría por un recorrido por edificios de esa época, como las viviendas que construyó Oriol Bohigas por Sarrià o el edificio de Francesc Mitjans en ronda General Mitre.