ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE Y EL VICEPRESIDENTE EJECUTIVO DEL AMB

Xavier Trias: "En CiU hubo quien no entendió mi apuesta por lo metropolitano»"

Tras 24 años sin un órgano político, el Área Metropolitana renació, de nuevo, a finales de julio del 2011. Se cumple, pues, un año. Atrás quedaron las luchas entre CiU y el PSC, entre Jordi Pujol y Pasqual Maragall, entre la Generalitat y su 'contrapoder' de la anterior etapa. Las cosas han cambiado mucho. La realidad metropolitana, aumentada tras 25 años de burbuja inmobiliaria continua, es hoy aún más real que en 1987, cuando se extinguió. Y si la anterior corporación fue creada por las autoridades franquistas, esta nació con el aval del Parlament. Y por encima de todo, en este primer año CiU y PSC caminan juntos, como mostró la visita de la cúpula del Área Metropolitana a Mariano Rajoy de finales de mayo, en representación, por primera vez, de los 3,5 millones de barceloneses.

Antonio Balmón: "¿Eurovegas? Alguien debe dar respuesta a los que se quedan sin subsidio de paro"

XABIER BARRENA / JAVIER BELMONTE
BARCELONA

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Xavier Trias y Antonio Balmón, presidente y vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), reciben a EL PERIÓDICO en la sede de esta nueva Administración. Quiere la casualidad que el convergente y el socialista atiendan, nada menos, que en la sala Catalunya. Todo un mensaje. O no.

-¿Qué balance hacen de este primer año de la renacida Área Metropolitana, comparado con cómo se funcionaba hasta el 2011, es decir, con las tres mancomunidades?

Xavier Trias -Se ha mejorado en la eficiencia. Y con menos medios. Ahora tenemos una personalidad jurídica propia y se pueden hacer cosas que antes no se podía. Como ir a ver al presidente del Gobierno. También se genera una colaboración que va más allá de la mera prestación de servicios. Por ejemplo, participar en la red de áreas metropolitanas del mundo o, por primera vez, hacer inversiones sociales. En este primer año ha funcionado muy bien.

Antonio Balmón-En momentos tan duros como los actuales, hemos puesto en marcha una nueva Administración sin crear más gasto. Y hemos afrontado una serie de competencias importantes. Como la gestión de residuos, que tiene un problema de financiación, o el transporte. También el poder hacer un plan de actuación, fruto de la colaboración, y que supone crear una estrategia metropolitana, porque ya somos un único interlocutor. Hablamos de una inversión de 270 millones. Somos la única Administración que llevará a cabo políticas de ocupación.

-¿Cuál es el elemento que ha permitido este salto en la colaboración en el área metropolitana con respecto al pasado?

X.T. -Es fruto de un análisis de los que ahora estamos al frente de la AMB. Yo, personalmente, tomé esta decisión hace tiempo, cuando decidí optar a la alcaldía de Barcelona. Hubo incluso gente de mi partido que no lo entendió, pero negar la realidad metropolitana es un error. Al final, la ley del área la aprobó el Parlament por unanimidad. Y la hemos hecho no como un espacio de confrontación política sino de gestión. Este no es un ente de gran fuerza política, sino de gestión.

A.B.-Esto es un contrapoder institucional, pero lo que no puede ser es un lugar de enfrentamiento partidista. Tenemos que reclamar al Estado y a la Generalitat. Pero desde el punto de vista institucional, sin llegar a ser una amenaza. Lo que se hizo en los 80, pensar en la metrópoli, se perdió. Se recuperó en parte en los últimos cuatro años. Y de ahí nace la necesidad de ir más allá de la gestión de residuos, transportes, agua... e ir hacia la economía, las personas. Y sería un error pensar que porque haya un color distinto al mío en la alcaldía de Barcelona, yo fuera a la confrontación. Lo mismo con la Generalitat.

X.T.-Y en la actual crisis la marca tractora es Barcelona y su área metropolitana. Somos una oportunidad única de crecimiento empresarial a poco que alguien nos ayude.

-¿Aún se encuentra con reticencias en su partido sobre la colaboración metropolitana?

X.T. -No. Nadie discute la decisión. Creo que estamos generando confianza. Negar el hecho metropolitano es un error y un disparate. En su día se enfocó mal.

-¿Este clima de colaboración puede ser extrapolable a otras administraciones, como el Ayuntamiento de Barcelona?

X.T. -No tiene que ver. Es otra mecánica. Cierto es que si se crean buenos climas, ayuda a que todo vaya a mejor. Pero no hacemos una cosa en función de la otra.

A.B.-Este es un momento para el acuerdo. Para ello hay que tener voluntad. Y el pacto no debe tener nada que ver con intereses de partido, sino de utilidad para la gente. Y en el AMB es lo que hemos hecho.

-¿Esta innegable realidad urbana y la realidad económica, empujan hacia una profundización política del AMB? ¿Se puede pensar, a la larga, en la creación de un alcalde metropolitano elegido directamente?

A.B.-En lo teórico se pueden hacer muchas reflexiones. Pero desde el punto de vista de la gestión, el modelo actual es en el que todo el mundo se siente cómodo. ¿Qué puede pasar de aquí a muchos años? No lo sé.

X.T.-Nuestro modelo no es el de absorber municipios por parte de la ciudad central. Madrid crece concéntricamente. Aquí no se puede hacer, porque nadie quiere perder su personalidad. Se genera un órgano de colaboración entre ciudades. Y es un buen modelo. Yo veo muy difícil que se varíe el sistema de cómo se elige al presidente del AMB. Y agradezco que se hiciera como se hizo porque si no hubiera dificultado el acuerdo. Es un sistema inteligente. Que la presida el alcalde de Barcelona con un vicepresidente ejecutivo es un modelo que es bueno para la ciudad de Barcelona y para el resto de ayuntamientos porque nos permite ir por el mundo de una manera potente. Tiene una venta muy buena fuera de nuestras fronteras.SEnDDentro de su plan de actuación, ¿qué medidas creen ustedes que repercutirán en el día a día de los ciudadanos?

X.T.-Medio Ambiente, transporte, la apuesta logística y, lógicamente, la apuesta por el bienestar de las personas. Todo lo que hacemos lo hacemos para que la gente viva mejor.

A.B.- Para mí lo importante es acabar el mandato con una gestión austera pero garantizando los servicios que se prestan. Y ser capaces de intervenir en la planificación estratégica del área metropolitana, este mandato será impecable.

-¿El resultado de su entrevista con Mariano Rajoy fue decepcionante? La creación de una comisión Estado-Área Metropolitana no parece mucho.

A.B. -Depende de cómo se mire. Simplemente intentamos abrir puertas para volver otro día a concretar cosas. Con esta comisión interministerial nos evitamos tener que ir ministerio a ministerio. Dependerá de nosotros ahora saberlo aprovechar. ¡No fuimos a plantear un ultimátum! Justo ahora se están preparando los presupuestos del 2013. Estos son los que nos interesan, porque los del 2012 ya están dibujados.

X.T.-Lo más importante es que fuimos a ser recibidos. No se le da importancia pero lo es. Que el alcalde Trias y el alcalde Balmón sean recibidos como presidente y vicepresidente del área metropolitana es muy importante. Y se creó la comisión. La reunión fue muy positiva y con ganas de colaborar por parte de Rajoy. A ver ahora qué pasará. Si nos hacen caso en serio o no.

-Cuando se habla de una reforma para simplificar la Administración, ¿cómo se le explica al ciudadano que tras los ayuntamientos, los consejos comarcales, las diputaciones, la Generalitat y el Estado se cree ahora otra Administración?

X.T.-En efecto tenemos un galimatías, pero eso no significa que si una tiene sentido es el Área Metropolitana. Y lo que hemos hecho es convertir tres entidades previas en una sola. Hemos simplificado. Otra cosa es que, si tenemos el área metroplitana, qué sentido tiene el Consell Comarcal del Barcelonès. Hay que hacer una reflexión. Aunque la crisis tampoco la han provocado estas cosas. Lo primero que se dice es «suprimamos municipios», por ejemplo, y yo digo, ¿y si suprimimos algún ministerio?

A.B.-Si un ciudadano de Cornellà debe recibir cinco euros de inversión y por culpa de una nueva Administración pasa a recibir cuatro, yo estoy en contra. Porque si eliminas una, la gente que trabaja ahí será asumida por otra Administración, por tanto, no hay tanto ahorro. Hay que ir más a la Administración externalizada, más colaboración público-privada. No todo puede descansar sobre las estructuras públicas.

-¿Ha tenido que vencer el alcalde Balmón alguna reticencia en su partido por esa colaboración con CiU?

A.B.-No. Hay que recordar que hace cuatro años, cuando Jordi Hereu era alcalde, ya se firmó el acuerdo de gobierno con CiU en el Área Metropolitana. No hay ninguna tensión.

-¿Qué opinión tiene el Área Metropolitana sobre Eurovegas?

A.B. -Pues no la tenemos aún. Yo he dicho siempre que el Govern tiene la obligación de estudiar esta propuesta. Y cuando se dé la decisión de dónde se establece, podremos opinar. A mí me gusta gestionar la paciencia. Ir por partes y no marcar una posición sobre un proyecto que desconozco. Tampoco sabemos qué instrumento jurídico se utilizaría.

X.T.-Yo creo lo mismo. Estamos dando eco a un señor que está haciendo una prospección para ver qué ciudad le da mejores condiciones. Cuando tome la decisión será el momento de que el área haga oír su vez y diga a qué precio puede levantarse o a qué precio no se puede construir.

A.B.-El que promueve esto es el Govern. Cuando nos toque, sobre la propuesta marcaremos dónde ponemos el muro de contención, porque es obvio que a cualquier precio nadie puede admitir ciertas realidades económicas.

-¿El debate sobre Eurovegas puede acabar con un tabú, como es el de la no urbanización del Parc Agrari?

A.B.-Se habla a menudo del modelo económico. Para que un país tenga modelo debe tener empresas que hagan de locomotora, un sector financiero fuerte. Eso, aquí, no es así. Hay muchas actividades compatibles entre ellas. El turismo, la investigación, el conocimiento... Pero hay que tener en cuenta el perfil del parado del Área Metropolitana: el 11% tiene estudios superiores; el 60%, educación básica; el 10% no sabe leer. Y el modelo debe dar solución a esta gente. El área metropolitana de Barcelona pasado en 30 años de una economía industrial a una de servicios. Hay que asumir la realidad. El perfil del parado es el que es. ¿Y Eurovegas? A los que se van quedando sin subsidio, ¿qué respuesta les damos? ¿Cuál es el modelo? ¿Cuáles son nuestras empresas? Alguien debe responder a estas personas. Y esto es tan sostenible como el Parc Agrari.