Pleito judicial por atentado contra la propiedad intelectual

La arquitecta Beth Galí demanda a Catar por el plagio de sus farolas

Farolas de Beth Galí en el parque de Joan Miró (izquierda) y copias 'made in China' en la Al Waab Street de Doha.

Farolas de Beth Galí en el parque de Joan Miró (izquierda) y copias 'made in China' en la Al Waab Street de Doha.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Unas 900 farolas iluminan los 10 kilómetros de Al Waab Street, la principal avenida de Doha, la capital de Catar. La arquitecta catalana Beth Galí presentó ayer una demanda en los juzgados mercatiles de Barcelona contra el Estado de este emirato árabe y una empresa pública de este país por atentar contra la propiedad intelectual, al haber falsificado las farolas diseñadas por ella y que oficialmente son fabricadas y distribuidas por la empresa catalana Santa & Cole. Galí reclama que se le indemnice con 100.000 euros en concepto de daños morales y que se retiren o destruyan los dispositivos de iluminación que alumbran la avenida catarí.

La arquitecta, el presidente de la empresa, Javier Nieto Santa, y el presidente de Barcelona Centre de Disseny (BCD), Pau Herrera, explicaron ayer por la mañana en la puerta de la Ciutat de la Justícia de Barcelona, en la Gran Via, la demanda presentada contra el Estado catarí y la sociedad pública Ashghal por la «falsificación y plagio a gran escala» del diseño de la farola denominada Latina, según la arquitecta, que estuvo acompañada por su marido, Oriol Bohigas.

Aunque el caso se dio a conocer ayer, los hechos se remontan al mes de abril del 2005, cuando Ashghal solcitó a Santa & Cole un proyecto completo de iluminación para la principal avenida de Doha con motivo de los XV Juegos Asiáticos (Doha 2006). Tras la elección de la farola Latina por parte de las autoridades catarís y la presentación de hasta cinco proyectos distintos con maquetas y especificaciones técnicas, en el 2006 la firma Ashghal encargó la fabricación de cerca de 1.000 aparatos de iluminación a una empresa china. «Enviamos los planos y nos lo han copiado todo», aseguró Nieto. En su opinión, es un mal plagio y las farolas de Catar, además, son de mala calidad e, incluso, han producido accidentes mortales. «Las falsas se caen y los focos deslumbran», agregó.

INTENTO DE MEDIACIÓN/ Tras seis años de intentos de llegar a un acuerdo amistoso, y después de que el Gobierno catarí se negase al arbitraje de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el caso ha llegado a los juzgados de Barcelona de la mano de Beth Galí. Barcelona Centre de Disseny (BCD), así como diversas personalidades del mundo empresarial y del sector del diseño y la arquitectura de la capital catalana, han mostrado su apoyo a la demanda. El presidente de BCD, Pau Herrera, considera que «la protección del diseño como factor de innovación es esencial para la creación de valor económico y social y representa unos de los activos más importantes de los profesionales y empresas del país». A su entender, casos como el de Beth Galí «no solo atentan contra nuestro tejido empresarial, sino también contra el modelo de ciudad que quiere exportar Barcelona».

Las perdidas por el presunto plagio se calculan en decenas de millones de euros, aunque, sobre todo, la imagen de Barcelona y de la empresa que produce las farolas es la que ha salido más dañada por la deficiente calidad de las farolas instaladas en Catar. «Es un daño grave a la imagen de Barcelona y es que muchas ciudades del mundo se interesan por el mobiliario urbano de la ciudad. Tres estudios de Londres ya me han pedido explicaciones por lo de Catar, cuando los aparatos de allí son falsos», incidió Nieto. «Es incompresible que Catar, una nación soberana, cometa una falsificación sistemática y de esa monumentalidad, algo que, sin duda, constituye un desprecio manifiesto contra los derechos de autor», agregó.

REIVINDICACIÓN/ La arquitecta denunció la «salvajada» que supone el plagio de la farola Latina, a la vez que advirtió de la importancia de que las empresas europeas se movilicen para defender su talento creativo ante las copias. «No puede ser que medio mundo copie lo que el otro medio ha creado, pensado y diseñado. Nos quitan el talento». Los originales de las farolas Latinas, de 16 metros de altura y de un precio que oscila entre los 10.000 y 12.000 euros, se pueden ver en la actualidad en el parque de Joan Miró y en el Fòrum, en Barcelona,y en Sabadell y Terrassa, así como en otras ciudades, como Bilbao, Hamburgo (Alemania) y Rotterdam (Holanda). En el supuesto de que la sentencia sea favorable, no se descarta reclamar el embargo de bienes que Catar tenga en España.