Precariedad en la capital catalana

El consistorio rechaza los barracones que propuso la síndica

R. M. S.
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Ayuntamiento de Barcelona mostró ayer su rechazo a habilitar barracones para acoger temporalmente a sintecho y barceloneses que viven en asentamientos y barracas, una solución que había propuesto la síndica Maria Assumpció Vilà tras llevar a cabo un informe sobre la situación de los jóvenes senegaleses que malvivían en naves del Poblenou. Para el gerente del área de Calidad de Vida, Àngel Miret, esta alternativa supone una «estigmatización lamentable y una solución inadecuada y poco meditada». «Los problemas complejos no se pueden resolver con soluciones fáciles», sentenció ayer.

Según los datos del estudio de la red de asociaciones, el número de personas viviendo en asentamientos ha crecido en tres años un 162,3%. Las cifras de la síndica coinciden con las del estudio, ya que el informe de la defensora de los barceloneses concluye que unas 700 personas de diferentes nacionalidades, la mayoría de origen galaico-portugués, rumano y subsahariano, viven en barracas, de las que 200 son menores. En opinión de Fandos este número ha aumentando de manera tan notable en parte porque se ha incrementado la detección.

La polémica sobre la proliferación de estos asentamientos irregulares, de la que informó EL PERIÓDICO hace un mes, se ha reavivado después de que el lunes fallecieran cuatro personas de origen rumano al incendiarse su chabola en un solar de la calle de Bilbao, en Sant Martí, distrito que suma 11 de los 14 asentamientos de barracas de la ciudad.