balance tras cinco años de éxito

El Bicing busca publicidad para sanear sus cuentas

El servicio costó 12 millones a las arcas municipales el año pasado

Un vehículo del Bicing, ayer, en la playa.

Un vehículo del Bicing, ayer, en la playa.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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En número de abonados (120.000) y en uso cotidiano, el Bicing va como una moto. Ha cumplido cinco años y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona se felicitó ayer por las cimas ascendidas. «Es un sistema eficiente, sólido y de referencia internacional», dijo la segunda teniente de alcalde, Sònia Recasens. Pero le puso un pero. Es un sistema de transporte que le sale caro a la ciudad. Mantener el Bicing engrasado costó en el 2011 un total de 15,4 millones de euros. Los ingresos obtenidos a través de los abonos apenas sirvieron para recaudar 3,5 millones, Al ayuntamiento, pues, le tocó apechugar con 12 millones para equilibrar las cuentas. Antes de que concluya el 2012, prometió ayer Recasens, el Bicing habrá entregado hasta el último centímetro cuadrado disponible (casi no es una exageración) a un patrocinador.

El argumento del equipo de gobierno es la simple y pura comparación. En sistemas de transporte público como el metro, el bus y el tranvía, las administraciones subvencionan poco más del 50% del precio del billete. En el caso del Bicing, esa ayuda pública es del 77%.

¿Qué ofrece el Ayuntamiento de Barcelona a un posible patrocinador? Todo. Así de simple. Está en venta cualquier rincón de la bicicleta, la estructura de las estaciones de suministro y, ya puestos, hasta el pavimento de esas estaciones.

TIPOLOGÍAS DE USUARIO / Otra cuestión a analizar es el precio del servicio, hasta ahora uniforme. El abono anual cuesta 45 euros, se use la bicicleta un día o 365. Hay, por lo tanto, usuarios esporádicos y ciclistas intensivos. El propósito, según Recasens, es conseguir «una distribución más equitativa entre las dos tipologías de usuarios» que actualmente comparten el servicio de alquiler.

Otra vía de ahorro en la que trabajan los responsables del servicio consiste en evitar que un incremento en el uso, como por ejemplo ha sucedido los últimos cinco meses, no comporte un aumento proporcional de los gastos de mantenimiento. Eso es comprensible si se recuerda que las estadísticas del Bicing son, según se mire, las de un idea capaz de morir de éxito. En condiciones meteorológicas amables se realizan unos 50.000 viajes cada día. Cada bicicleta soporta entre seis y ocho tutes diarios, y de entre dos y tres kilómetros de recorrido. El desgaste, así, es notable. No en vano, en noviembre del 2011 se celebró el viaje 50 millones. No es poco.