Necesitamos medidas para incentivar el consumo

El comercio está viviendo momentos muy difíciles. En lo que llevamos de crisis, el sector ha perdido 50.000 puestos de trabajo y han cerrado 15.000 establecimientos comerciales en toda Catalunya, concentrándose casi el 50% en la ciudad de Barcelona. Como presidente de la Confederación de Comercio de Catalunya (CCC), valoro las medidas propuestas por el Gobierno y la Generalitat, pero creemos imprescindible que las iniciativas vayan dirigidas a incentivar el consumo y ayudar a la sostenibilidad de los comercios ya existentes.

Y no solo son estos los problemas del comercio, también podría citar la necesidad de establecer propuestas para luchar contra la economía sumergida o las prácticas abusivas -entre las cuales se encuentra la venta a pérdidas- o el incumplimiento de la normativa de los horarios comerciales y las falsas rebajas que realizan algunos comercios, entre otras.

Asimismo, consideramos que es vital establecer tanto desde la Generalitat como desde los ayuntamientos planes que luchen contra la economíainformal, para que pongan en consideración de la sociedad este problema tan importante, como ya se hace con las campañas de tráfico o la violencia de género. Además, es importante concienciar a la población, a los consumidores, precisamente en estos momentos de crisis, que comprar sin factura y sin IVA significa colaborar con el fraude y va totalmente en contra de la creación de puestos de trabajo.

Plan estratégico

Desde la CCC, hemos elaborado un Plan Estratégico 2012-2015 mediante el que, a través del impacto en diferentes ámbitos, como la mejora de la ocupación o el fomento de la cohesión social, se consiga mejorar la competitividad de la economía catalana. En el mismo plan proponemos también que todas las políticas de las administraciones vayan encaminadas a potenciar la economía urbana que aportan el comercio, los servicios y el turismo.

Las administraciones implantan la supresión de licencia, pero lo verdaderamente importante es el control de las actividades para evitar la competencia desleal de aquellos que abren un negocio sin cumplir los requisitos legales en materia laboral, fiscal, sanitaria, etcétera.

A pesar de todo lo dicho, considero que el comercio de proximidad es un sector fuerte y que superará esta crisis y las que vengan, al igual que ya lo ha hecho en el pasado. Una crisis no deja de ser un momento de oportunidades para analizar todo aquello que se está haciendo y mejorar los procesos y dar respuesta a las nuevas necesidades de consumo. El pequeño comercio tiene una gran flexibilidad para adaptarse a todo tipo de consumidores y posibilidades tanto en precio como en calidad del servicio. Tenemos muchos ejemplos de comerciantes que están saliendo adelante con propuestas imaginativas -fruto de esa revisión- y que demuestran que, a pesar de estos momentos, todo es posible. Tenemos que aprender de ellos y tomarlos como ejemplo a seguir.