Fin de una iniciativa municipal pionera

Justos por pecadores

La supresión se precipitó en algunos municipios al detectarse un uso fraudulento en las inscripciones

Afortunada La brasileña Marcia Werneck obtuvo la tarjeta de residencia tras registrar su unión de hecho.

Afortunada La brasileña Marcia Werneck obtuvo la tarjeta de residencia tras registrar su unión de hecho.

R. M. S.
BARCELONA

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Cree que pagan justos por pecadores y pide que se persigan las prácticas fraudulentas antes de solucionar la problemática detectada cortando de raíz, como considera que ha ocurrido. Guillermo Morales Catá es director del departamento de extranjería de Legalcity, un despacho de abogados y asesores con sede central en Barcelona que llevó el caso de la primera pareja de hecho entre una mujer extracomunitaria y un español a la que se concedió en Barcelona el permiso de residencia, en enero del 2011. Denuncia que se ha vulnerado el derecho de los ciudadanos a acceder a una tarjeta comunitaria. Una de sus clientas, la brasileña Marcia Werneck, la obtuvo el pasado verano tras inscribirse con su pareja, el catalán Francisco Blasco. Se considera afortunada.

Esta mujer de 45 años reconoce que el proceso fue muy fácil, que no tuvo los inconvenientes que le han explicado algunas conocidas que han optado por el matrimonio, quienes se someten a entrevistas en profundidad en las que les preguntan hasta el color de las paredes de la casa en la que están empadronadas con su pareja.«Ha habido muchas mafias sobre este tema, el problema es que perjudica a muchas personas que como fue mi caso no ocultaban ningún interés», afirma. Sin ir más lejos, el pasado noviembre la Policía Nacional detuvo a 32 personas en la capital catalana en una operación contra una trama que urdía matrimonios de conveniencia en el área de Barcelona, en la que ciudadanos comunitarios cobraban hasta 6.000 euros por casarse con un extracomunitario para que pudiera obtener el permiso de residencia familiar. Esto desencadenó el cierre de los registros en algunos municipios.

Marcia conoció a su compañero en un foro de internet para encontrar pareja cuando ella vivía en Denia, Alicante, hace seis años.«Es muy duro estar lejos de tu país y sola. Yo solo buscaba alguien que se preocupara por mí, que me mimara», cuenta. Asegura que lo encontró en Francisco. También en los padres de él, con los que también convive desde hace más de tres años, una familia que le ha dado, confiesa, el cariño y la estabilidad que tanto buscaba. Y de rebote, lalegalidad.