Sants intenta recuperar los solares en desuso por la crisis del ladrillo

Siguiendo la vieja máxima de que no hay mal que por bien no venga, los vecinos de la Bordeta, en Sants, han decidido darle la vuelta a los numerosos solares del barrio dejados de la mano de Dios a causa de la paralización del mercado inmobiliario. «La idea es sencilla: dar un uso social a espacios ahora abandonados», resume Jordi Soler, portavoz de la Comissió de Veïns de la Bordeta, quien incide en que se trata de unwin-to-win. Es decir, un proyecto en el que ganan la propiedad de los distintos terrenos, el municipio y los vecinos.

La idea es convertir principalmente en aparcamientos de zona verde -es decir, para los vecinos, para algo la idea es suya- o en jardines en precario espacios que ahora son solo focos de degradación y suciedad. «Todo el mundo saldría beneficiado. Los vecinos obtendríamos espacios útiles, el ayuntamiento evitaría tener zonas degradadas, y se podrían buscar fórmulas de motivar a la propiedad, al margen de arreglarles terrenos que estos tienen descuidados, eximiéndoles de pagar el IBI, por ejemplo», expone Soler.

Entre los terrenos que podrían entrar en esta planificación, destaca el enorme solar entre las calles de Quetzal y la avenida de Carrilet, muy cerca de la Ciutat de la Justícia, una zona que en principio parecía en expansión, donde había proyectada la construcción de un centro comercial y de viviendas, pero que con la crisis del ladrillo es solo un solar lleno de maleza, que muchos usan como si fuera un vertedero provisional. «Asfaltar la zona, pintar las líneas y poner una máquina para la zona verde no costaría nada», reflexiona Soler, quien añade que la propuesta está abierta e incluye reuniones con los vecinos de la zona.

REUNIONES ESPECÍFICAS / La comisión vecinal tiene previstos encuentros específicos con los residentes cerca de todos los solares afectados, para que sean estos los que expresen sus necesidades. «Son los vecinos más cercanos los que conocen, por un lado, los principales problemas que el abandono de los solares les generan y, por otro, las necesidades concretas de cada zona», apunta Soler.

Otras de las parcelas que entrarían en esta socialización son las del antiguo horno Morist, entre las calles de Parcerisa y Constitució y la de la antigua casaokupada El Tajo, en el pasaje de Solsona, esquina Gavà.

CUESTIÓN TEMPORAL / En cuanto a la formalización de esta cesión temporal de espacios privados a la comunidad, los vecinos tranquilizan a los propietarios. No se trata ni de una petición de expropiación ni de nada que se le asemeje, «en el contrato quedará claro que se trata de algo temporal, hasta que los dueños inicien la construcción», subrayan.

Esta iniciativa es una de las propuestas estrella de la Comissió de Veïns de la Bordeta para el Plan de Actuación del Distrito (PAD), que entregarán en breve a las autoridades, y confían en que estas la reciban con buenos ojos. En realidad, el propio ayuntamiento impulsó un plan muy similar en Ciutat Vella en marzo del año pasado (aunque era otra época). Es más, el anterior ayuntamiento vendió el plan en Ciutat Vella de idéntica forma a la que lo hacen los vecinos de Sants ahora, como un proyecto de «mutua ganancia». Entre los solares del plan de Ciutat Vella está el del Arc del Teatre habilitado como aparcamiento de motos o el del número 11 del paseo de Joan de Borbó, donde se levantaba el cuartel de la guardia civil más tarde convertida en el Centro SocialOkupadoMiles de Viviendas, desalojado y derribado, que se urbanizó y en el que se colocaron dos sillas-banco. La socialización del espacio en ese caso es más bien justa, pero ahí está.

TAMBIÉN EN GRÀCIA / Esta alternativa social a los solares vacíos también se ha desarrollado de forma más puntual en otros puntos de la ciudad, como en Gràcia, donde una parcela en la calle del Torrent de l'Olla se reconvirtió de forma provisional hace un año en varias pistas de petanca.