PUBLICADO EL 2-10-2011 / EVASIÓN DE UN ACUSADO DE HOMICIDIO, ROBO Y NARCOTRÁFICO

El rey de las fugas

Dritan Rexhepi, un delincuente albanés detenido en julio por los Mossos en BCN, se escapa de la cárcel belga donde estaba recluido. Antes había huido de prisiones de Albania e Italia

Herramientas usadas por la banda de Rexhepi para hacer los butrones o agujeros.

Herramientas usadas por la banda de Rexhepi para hacer los butrones o agujeros.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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Tres países, tres prisiones, tres fugas. A sus 31 años, Dritan Rexhepi continúa alimentando su leyenda de rey de las evasiones. En esta ocasión, y ya van tres, Rexhepi se ha escapado de la prisión de la ciudad belga de Merkplas, en las cercanías de Amberes. Ahí estaba recluido para que cumpliera una pena de cinco años por el robo de un banco. Sin embargo, no fueron los belgas quienes le detuvieron. Rexhepi había sido arrestado el 13 de julio en Barcelona por los Mossos d'Esquadra que le consideraban el líder de una banda de butroneros que asolaba el Baix Llobregat. A finales de julio, la Audiencia Nacional le extraditó a Bélgica.

El pasado domingo, Rexhepi, con un cómplice, huyó de la prisión de Merkplas saltando la valla, según la prensa belga. El fugado no ha podido ser localizado. En Bélgica se cuestiona que el Ministerio de Justicia no internara en un módulo de alta seguridad a Rexhepi, un individuo acusado de dos homicidios, robo de bancos, tráfico de drogas y con dos fugas anteriores.

La leyenda como escapista comenzó a forjarse en Albania, su país natal. Su primera fuga fue de la prisión de alta seguridad de Durres, donde cumplía dos cadenas perpetuas por matar a dos policías. Tras huir, Rexhepi se trasladó a Holanda, donde incluso llegó a estudiar Derecho, y a Italia, donde se embarcó en el tráfico de drogas y acabó por ser detenido. A los pocos meses volvió a escaparse de la cárcel de alta seguridad donde estaba recluido.

Italia se había convertido en mal sitio para él, así que decidió desplazarse a España. A su llegada a Barcelona, organizó con otros seis albaneses una potente banda de butroneros. Así se conocen a los ladrones que roban en bancos o empresas a las que entran tras realizar un agujero en la pared o en el techo. El conocimiento técnico y la organización que se requieren para estos robos hacen que tan pronto como hay uno la policía sabe que se enfrenta a un grupo de profesionales que están bien organizados.

Su primer golpe fue en una sucursal bancaria de Castelldefels, a donde entraron la noche de la final de la Champions League por una pared lateral y de la que sustrajeron 60.000 euros. En las semanas siguientes, cometieron 14 robos en bancos, empresas de maquinaria y almacenes de Castelldefels, Sant Boi, L'Hospitalet, Gavà (Baix Llobregat) y Mollet del Vallès (Vallès Oriental). Siempre de noche y normalmente en un fin de semana.

La banda estudiaba con detalle los objetivos, controlando horarios de entrada y salida y vigilando la actividad nocturna de esas zonas. Para realizar los agujeros no escatimaban en maquinaria. En algunas ferreterías hicieron compras de hasta 5.000 euros, sobre todo en brocas adiamantadas. Otras veces, lo que hacían era robar en empresas de maquinaria para obtener instrumentos que necesitaban.

Ático y coches de lujo

La profesionalidad puso en alerta al Grup Operatiu de Robatoris Especialitzats del Àrea Territorial d'Investigació de la Regió Metropolitana Sud, que se lanzó a la búsqueda de la banda. El 13 de julio, cuando planeaban robar un bingo, se detuvo a sus siete miembros.

En Barcelona, Rexhepi llevaba un elevado tren de vida. Residía en un lujoso ático de Les Corts, junto al Camp Nou, iba en coches de lujo y siempre acompañado de bellas mujeres. Al ser detenido, mostró a los agentes documentación de un ciudadano albanés sin antecedentes y con un gran parecido a él.