UN RECINTO CENTENARIO

Bastante más que toros

El coso, inaugurado en 1914, también ha sido escenario de conciertos, mítines y circo

R. M. S.
BARCELONA

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El 27 de febrero de 1916 una corrida de toros de Benjumea, con un cartel encabezado por Gallito y Francisco Posada, reinauguraba una nueva plaza de toros en Barcelona, la Monumental, un coso taurino que dos años antes se había levantado en la manzana del Eixample delimitada por la Gran Via, Lepant, Marina y Diputació bajo el nombre de El Sport y que, tras hacerse rápidamente pequeña, fue ampliada por los arquitectos Ignasi Mas Morell y Domingo Sugranyes. El resultado fue el actual, un edificio de estilo mudéjar y bizantino, aderezado con elementos modernistas, que ya desde su inicio combinó el toreo con otros usos.

La plaza que originalmente levantó el arquitecto Manuel Raspall, creador también de El Molino, acogió ya el mismo año de su reinvención el primer gran combate de boxeo de carácter internacional que se celebraba en la capital catalana. En sus cerca de 100 años de historia, el recinto, que en 1939 supuso el debut en Barcelona de Manolete, donde llegó a torear 70 corridas, no dejó de acoger otros acontecimientos.

Recinto reivindicativo

Más allá de las corridas en un coso que fue testigo de heridas mortales de dos banderilleros (1952 y 1973), un novillero (1958) y un matador (1974), la Monumental ha sido escenario de momentos políticos históricos. Durante la República y la guerra civil se celebraron mítines a los que acudían decenas de miles de trabajadores, y tras la dictadura, se convertiría en lugar habitual de las campañas electorales. En esos primeros años de libertad, uno de los más significativos fue el mitin que ofreció en junio de 1977 Felipe González en sus primeras elecciones al frente del PSOE, justo el mismo año en el que en la misma plaza, también rebosante, se pidió el regreso de Josep Tarradellas.

Circo, desfiles de moda, exhibiciones varias... Pero sobre todo, toros aparte, los barceloneses de cierta edad tienen en la Monumental una referencia musical. Porque desde la década de los 60 hasta principios de los 90 acogió memorables conciertos. Uno de los más célebres fue el que ofrecieron los Beatles en 1965, aunque en este recinto también han actuado los Rolling Stones (1976), Bob Marley (1980), Joaquín Sabina en un emotivo concierto el día del salvaje atentado de Hipercor (19 de junio de 1987), Tina Turner (1990), Bruce Springsteen (1992), Dire Straits (1992) o Mike Oldfield (1993), por citar los más multitudinarios.

Sin embargo, con los Juegos Olímpicos de 1992, a la Monumental le salió un gran competidor, ya que la construcción en la montaña de Montjuïc del Palau Sant Jordi, con mucho mejores condiciones acústicas, hizo descender de manera notable la contratación del coso taurino para todo tipo de eventos.

Quizá por esta circunstancia, sumada al declive del negocio de los toros debido a la crisis de público, el Grupo Balañá, propietario de la plaza, mostró tiempo atrás su intención de suspender las corridas en el 2008. Al final, el veto llegó por ley y, si el Constitucional no lo impide, será de obligado cumplimiento a partir del próximo 1 de enero.