metro anegado

TMB investiga si las líneas 9 y 10 se inundaron por «problemas constructivos»

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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La explicación sobre por qué las líneas 9 y 10 de metro se inundaron la noche del jueves, causando el cierre del servicio, recordó mucho a las justificaciones dadas por el ayuntamiento al día siguiente de la nevada del 8 de marzo del 2010. Según señaló Assumpta Escarp, concejala de Seguridad y presidenta de TMB, empresa operadora del metro, se están «analizando las causas que motivaron que el aguacero, muy puntual y con mucha intensidad, derivase en la inundación» del subterráneo.

Fuera el diluvio universal o una lluvia hasta cierto punto previsible en plena primavera, lo cierto es que el transporte público no recuperó la normalidad hasta las 10.40 horas de ayer, cuando la línea 9 volvió a funcionar de principio a fin. La L-10 ya circulaba sin problemas desde primera hora. La tromba de agua inundó y cortó las dos líneas de metro más modernas de Barcelona, por no decir de Europa, entre La Sagrera y Can Zam (Santa Coloma) y Gorg (Badalona), lo que obligó a poner a disposición de los usuarios un servicio de bus alternativo que empezó a funcionar a las 20.25 horas.

PELOTA PARA EL GOVERN / La investigación deberá esclarecer ahora si la anegación de la dos líneas pudo deberse a un «problema constructivo» del que debería responder la Generalitat, propietaria y responsable de la infraestructura. Escarp justificó el retraso de la reapertura en que se trata de una línea automática en la que, además de achicar el agua, «se ha querido hacer toda la reparación, entre otras cosas porque entramos en el fin de semana», con servicio continuado de metro y menos opciones de mantenimiento.

Este metro ya registró el pasado verano un incidente grave cuando falló el sistema de comunicaciones de Siemens para los trenes automáticos. La Conselleria de Política Territorial i Obres Públiques acabó expedientando a la compañía.