Instalación innovadora en el Barcelonès Nord

La nueva térmica del Besòs dobla la potencia eléctrica de Barcelona

Las dos chimeneas de la nueva central Besòs 5, con las tres viejas al fondo.

Las dos chimeneas de la nueva central Besòs 5, con las tres viejas al fondo.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
SANT ADRIÀ DE BESÒS

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Casi un siglo después de que se instalara en el municipio la primera central de generación de electricidad alimentada con carbón, Sant Adrià de Besòs estrenó ayer una de las instalaciones de producción energética más avanzadas de España: una central de ciclo combinado que utiliza gas y vapor de agua como fuentes de energía y que permitirá duplicar la capacidad actual de generación de Barcelona y su área metropolitana. La planta, bautizada con el nombre de Besòs 5, ha supuesto una inversión de 436 millones de euros y tiene una potencia de 859 megavatios (MW).

La apuesta por el uso de una tecnología «limpia, eficiente y segura» se traducirá, aseguró el presidente de Endesa, Borja Prado, en «un servicio de calidad para los ciudadanos». Prado también destacó que la instalación, que de hecho ya empezó a funcionar el pasado diciembre, reducirá en 600.000 toneladas anuales las emisiones anuales de CO2 y eliminará por completo las de azufre. La infraestructura permite sustituir las antiguas plantas 1 y 2, que usaban fuel y gasóleo como combustibles y que, por lo tanto, eran mucho más contaminantes.

La capacidad de producción de electricidad de la nueva central térmica, compuesta por dos grupos que se suman a los que Endesa ya tiene en el mismo litoral, será equiparable al de una central nuclear, pero con unos riesgos mucho menores que los que tiene una instalación atómica, aseguran sus promotores. «Con esta instalación queda cubierta el 120% de la demanda de electricidad del área de Barcelona», agregó el director de Endesa Generación, Manuel Morán.

GARANTIZAR EL SERVICIO / Para el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que visitó el complejo industrial acompañado por el presidente de Endesa, lo fundamental es que inversiones como la que ayer se inauguró garanticen «que la electricidad llega correctamente a los hogares, a los ciudadanos». Catalunya, dijo Mas, ha de empezar a tener «la mayor autonomía energética posible, para no depender de otros».

El titular del Govern agradeció también el esfuerzo y la solidaridad que está demostrando el consistorio de Sant Adrià con el resto de poblaciones del área metropolitana. «Estamos en un momento en que nadie quiere una instalación de este tipo en el patio de su casa, por eso no cabe más que reconocer el comportamiento razonable y generoso de Sant Adrià», manifestó Mas.

Jesús María Canga (PSC), alcalde de la población, propuso dos posibles fórmulas para compensar a los municipios que, como el suyo, soportan el impacto de una gran infraestructura energética: la creación de un canon medioambiental para compensar a los ciudadanos o, en su defecto, la derogación de la exención de que disfrutan actualmente las empresas distribuidoras de electricidad del pago a los ayuntamientos del 1,5% de su facturación.

ENERGÍA DE FUTURO / En un momento en que la crisis de la central de Fukushima ha abierto el debate sobre la seguridad en energía nuclear y en que la situación revolucionaria en el norte de África ha evidenciado la debilidad del suministro de petróleo -y lo ha encarecido-, las centrales térmicas de ciclo combinado, que utilizan gas natural como combustible, se erige en una solución de futuro.

Son, aseguran sus defensores, más silenciosas y no generan líquidos contaminantes ni residuos sólidos, por lo que su impacto ambiental es reducido. Además, en el caso de la Sant Adrià, la utilización conjunta de dos ciclos térmicos -una turbina de gas y otra de vapor- incrementa el rendimiento del conjunto, lo que reduce el consumo de combustible de una producción eléctrica determinada.